El estudio realizado por el Centro de Investigaciones de Crímenes en Contra de los Niños de la Universidad de New Hampshire en Durham, asegura que casi cuatro de cada 10 niños presenció o fue víctima de una situación de violencia. " Los niños constituyen el segmento más victimizado de la población", dijo el autor principal del estudio David Finkelhor.
“Estos números son más importantes que muchos de los indicadores nacionales ya que en ellos generalmente no se incluyen la experiencia de todos los niños ni abarca todas las situaciones de violencia a la que están expuestos los niños", explicó el investigador.
Si bien los números no aumentan y aparentar ser estables, las cifras siguen siendo demasiado altas, dicen los expertos.
Cómo se realizó la encuesta
La encuesta conocida en inglés como The National Survey of Children’s Exposure to Violence incluyó entrevistas telefónicas a un número representativo de niños en Estados Unidos entre los años 2013 y 2014. En general, los investigadores recolectaron datos de unos 4 mil niños menores de 17 años.
De acuerdo con la metodología de investigación, si el niño tenía entre 10 y 17 años, era entrevistado telefónicamente. Si los niños eran menores de 10 años, las respuestas eran dadas por el adulto que estaba a cargo.
Los entrevistadores realizaron una serie de preguntas relacionadas con el maltrato infantil, el crimen convencional, el maltrato entre compañeros, el maltrato entre hermanos, el abuso, el asalto sexual, la exposición indirecta a la violencia, el ser testigo de la violencia ejercida a otros y la violencia por Internet.
Otro de los puntos importantes era saber si el niño había sido sometido o sido testigo de estos hechos de violencia en el último año, también indagaron sobre quiénes eran las personas que cometieron los hechos de violencia y si hubo presencia de armas o heridas.
Cerca de un 37% de los niños aseguró que había sido atacado físicamente el año anterior y casi un 10% fue herido como resultado de estos ataques. Por otro lado, 2% de las niñas habían sido sexualmente abusadas o atacadas, incluyendo un más de un 4% de niñas de 14 a 17 años.
Alrededor de un 15% de los niños sufrió algún tipo de maltrato por parte de la persona que lo cuidaba y casi un 6% había sido testigo de la violencia entre los padres.
El maltrato infantil es un importante problema de salud pública en los Estados Unidos, informan los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Conforme a los datos recolectados por las agencias de Servicios de Protección Infantil, más de 676 mil niños fueron víctimas de maltrato en el 2011 y otros 1,545 niños murieron a causa de la violencia ese año.
Los costos económicos para las víctimas y la sociedad son significativos, para tener una idea los CDC calculan que el costo económico total de por vida de los casos confirmados de maltrato infantil en un solo año es de aproximadamente 124 mil millones de dólares.
Tipos de maltrato
El maltrato físico infantil es un problema grave, sucede cada 10 segundos y la mayoría de niños que mueren por la violencia son menores de 3 años. La mayoría de niños son maltratados en casa o por alguien que conocen, lo cual complica mucho las cosas.
El maltrato infantil incluye todo tipo de abuso y abandono de un menor de 18 años por parte de uno de sus padres o la persona que lo cuida y que puede resultar en un daño o daño potencial, explica la agencia gubernamental.
Según los CDC, existen cuatro tipos comunes de abuso:
1) El abuso físico es el uso de fuerza física, como golpear, patear, sacudir, quemar u otras demostraciones de fuerza contra un niño.
2) El abuso sexual involucra hacer partícipe a un niño en un acto sexual. Incluye comportamientos como acariciar indebidamente, penetración y exponer a un niño a otras actividades sexuales.
3) El abuso emocional se refiere a los comportamientos que dañan el autoestima o el bienestar emocional del niño. Ejemplos de abuso emocional son insultar, avergonzar, rechazar, negar expresiones de amor y amenazar.
4) El abandono es no proporcionar las necesidades físicas y emocionales básicas de un niño. Estas necesidades incluyen proporcionar vivienda, comida, vestimenta, educación y acceso a atención médica
Año a año, de acuerdo con estadísticas y proyecciones de la Sociedad Americana de Pediatría, el 1% de los niños del mundo sufriría algún tipo de abuso sexual, definido este como la la exposición intencional de niños menores a algún tipo de actividad sexual por parte de otra persona.
Uno de los problemas que alteran los datos estadísticos es la presencia de miedo y el hecho de que la mayoría de los mismos están perpetrados por personas conocidas por la víctima, con lo cual existe en torno a estos incidentes un tono secreto y silencioso que lo rodea ya que el niño abusado muchas veces calla este tema por miedo o amenazas recibidas, por lo que muchos casos terminan sin conocerse o denunciarse.
Al ser tan habitual que se trate de alguien conocido, el episodio traumático puede resultar devastador, ya que el niño siente que se ha traicionado su confianza en esa persona y muchas veces no sabe a quién recurrir en pedido de ayuda.
Por otro lado está la negación de los padres, ya que muchos tienen la idea de que sus hijos les contarán inmediatamente cualquier cosa que suceda o que ellos por sí mismo se darán cuenta, pero esto no es así. En general, estos episodios traumáticos en la vida de un niño son vividos con una gran confusión y poco entendimiento del significado de estas acciones por lo que en general el niño no habla de esto o lo hace a través de relatos muy confusos.
Lo que los expertos señalan es la importancia de prestarle atención a las manifestaciones de conducta y síntomas. Ser víctima de abuso es una situación que se sabe muy estresante, lo suficiente como para desarrollar una patología conocida como estrés post-traumático, caracterizado por múltiples síntomas psicológicos y físicos. Esto se acrecienta mucho más cuando el abuso se da de niño, el cual se siente dependiente e indefenso a la vez y pierde la confianza en los adultos que lo rodean.
De hecho , un nuevo estudio realizado por la Universidad de Toronto asegura que la adversidad, el abuso sexual y físico y hasta el ser testigo de violencia doméstica parental en la niñez puede llevar a sufrir de migrañas y fuertes dolores de cabeza en la adultez. Fuertes cefaleas, cuadros confusionales, mareos, náuseas e hipersensibilidad a la luz pueden también ser síntomas que refieren a un maltrato sufrido o presenciado en la infancia.
La novedad de la investigación es que el sólo presenciar violencia en la casa puede traer consecuencias físicas.
Síntomas de abuso
Si hubo abuso sexual, entre los síntomas de índole físico podemos encontrar secreciones no habituales en el ano o la vagina, manifestaciones de dolor en el ano o en los genitales, enrojecimiento o sangrado en la vagina o en el pene, la aparición de enfermedades de transmisión sexual, infecciones urinarias frecuentes en las niñas y hasta la posibilidad de embarazo.
Entre los síntomas psicológicos se ven que los niños expuestos a la violencia o abusados suelen presentar temor a una persona conocida, inclusive el padre o la madre o desarrollar miedo a permanecer en determinados lugares, puede tener reacciones anormales al ser indagado, alteraciones del comportamiento (como orinarse en la cama por ejemplo), evitar ir de cuerpo, pesadillas frecuentes y mostrar un protagonismo repentino de su genitalidad.
Cómo ayudarlos
En general, los niños que han tenido alguna charla ya sea con sus padres o en el colegio sobre abuso sexual, son aquellos que tienden a hablar más rápido del tema en el caso que les suceda. Si tu hijo habla sobre el tema, debes escucharlo atentamente con toda la seriedad del caso. Cuando un menor habla de abuso y es ignorado por sus padres, difícilmente vuelva a mencionar el tema.
La Academia Americana de Pediatría recomienda hablar con los chicos y explicarles qué es el abuso, cuáles son sus partes privadas, comentarle que su cuerpo le pertenece y enséñale a pedir auxilio ante una situación en la que se sienta incomodado o violentado. Conoce los adultos y niños que pasan tiempo con tu hijo.
Hablar del tema para un niño no es fácil, un niño te habla de abuso, dale crédito, deja en claro que lo sucedido no fue su culpa, demuéstrale tu amor incondicional, le expliquen la importancia de hablar acerca de los sentimientos y cosas que les pasan, por más incómodos que se sientan. Exprésale lo valiente que es al contarlo y que entiendes sus temores, sobre todo si fue abusado por alguien conocido.
Dicen los expertos que lo primero que debes hacer es llevar a tu hijo al médico para revisarlo físicamente dentro de las 72 horas y descartar lesiones de algún tipo y realizar algunos análisis para descartar que el niño haya contraído alguna enfermedad. Luego, es importante realizar una visita a un profesional de la salud mental para que escuche y evalúe al niño.
El médico también puede ordenar exámenes de sangre para verificar la presencia de enfermedades de transmisión sexual, como sífilis y VIH, y verificar si hay embarazo en las mujeres. Estos exámenes pueden ayudar a determinar el tratamiento.
Las fotografías de las lesiones pueden ayudar a establecer lo que sucedió. Es sumamente importante anotar los síntomas debido a cualquier forma de maltrato infantil.
Cuando se le reporta a la policía o a los servicios de protección infantil un presunto abuso sexual de un niño, automáticamente se programa un examen. Después del primero, se programa un segundo examen con un experto en este campo. A través del programa de servicios de protección infantil en cualquier parte de los Estados Unidos, se puede encontrar un médico o enfermero especializado.
Ante cualquier sospecha de abuso sexual, los adultos que sospechan deben informar a los servicios de protección infantil y a la policía, quienes comenzarán la investigación. Por su parte, a los médicos, psicólogos, profesores y profesionales en cuidado infantil se les exige por ley presentar un informe.
Como cualquier situación traumática, un abuso sexual puede desarrollar un caso de estrés y una serie de síntomas que requieren ser evaluados. De todas formas, el tratamiento psicológico en estos casos es fundamental, pero la recuperación también depende del apoyo social y familiar, la personalidad del niño, el tipo y tiempo de abuso.
Los grupos de apoyo para los niños maltratados o abusados, sus padres y otros adultos que cuidan de los niños están disponibles y se recomiendan de manera enfática.
Las siguientes organizaciones pueden suministrar información:Child Help USA: www.childhelpusa.org. Prevent Child Abuse America: www.childabuse.org y Rape, Abuse & Incest National Network: www.rainn.org