Ya después de la Segunda Guerra Mundial se instaló en el mundo a nivel legal y laboral el derecho al descanso remunerado. Ahora bien, desde el punto de vista psicológico y biológico, ¿necesitamos tomarnos vacaciones? . Las vacaciones, ¿deben ser largas o con varias vacaciones cortas son suficientes para obtener esos beneficios?
Todos escuchamos por ahí de la importancia del descanso y del tiempo de ocio en familia, pero las dificultades laborales y económicas muchas veces hacen de esto una utopía más que una realidad concreta. Al parecer, cada vez más las familias optan por tomarse vacaciones cortas varias veces al año que una larga como era costumbre, por ejemplo en Inglaterra hace algunos años.
Un estudio realizado recientemente por la empresa de viajes Travelodge Holiday Index ha revelado que el número de británicos que se tomaron dos semanas de vacaciones se ha reducido un 46% en los últimos cinco años.
En lugar de eso, los británicos optan por vacaciones y cuatro mini-vacaciones en el año.
El reporte incluyó la entrevista a 3 mil adultos que revelaron sus planes de vacaciones del año 2015 y ha revelado que el 70% de los británicos están planeando vacaciones cortas y sólo un 19% está planeando dos semanas de vacaciones, comparados con un 35% en el 2011.
Invertir en vacaciones
Por otro lado, existen estudios que aseguran que invertir dinero en experiencias y la satisfacción que nos da el tomarnos vacaciones, el andar en bicicleta, el hacer ejercicio es más importante que invertir en cosas materiales.
Comprar una nueva televisión o un auto puede darnos una satisfacción inmediata pero que se va rápidamente. Por el contrario, asegura un estudio psicológico de la Universidad de Cornell asegura que las personas están menos satisfechas con las compras materiales que con la inversión en experiencia y vacaciones.
"Las cosas materiales que compramos nuevas nos hacen felices en forma instantánea pero no nos trae felicidad permanente. Nosotros nos adaptamos en general a todo, y podemos pensar que la adaptación es la enemiga de la felicidad. Las experiencias que compramos, por el contrario, no parecen tan sujetas a este mecanismo de adaptación", dijo el psicólogo Thomas Gilovich, quien publicó el estudio en Journal of Personality and Social Psychology.
Recuperarse del estrés diario
Hay diferentes estudios que llevan a diferentes conclusiones pero si hay algo en lo que todos están de acuerdo y es que trabajar en forma constante e ininterrumpida provoca un agotamiento y estrés que afecta el sistema inmune, cardiovascular, afecta el sueño, el estado anímico.
Según los expertos, hay diferentes tipos de recuperación también y hablan de cuatro niveles de recuperación de los niveles de cansancio y estrés laboral.
Micro-recuperación: que sería el descanso que ocurre los primeros minutos después de dejar de trabajar.
Meso-recuperación: que es lo que ocurre entre los 30 y 60 minutos posteriores a dejar de trabajar.
Meta-recuperación: que es el descanso que se produce en mente y cuerpo hasta los dos días siguientes a dejar de trabajar.
Macro-recuperación: cuando el descanso se extiende por más de 48 horas. Aquí se ven las ventajas no sólo de descomprimir, es decir, las ventajas de la desconexión al trabajo, como las ventajas de realizar actividades placenteras.
Todos los niveles de recuperación fueron estudiados y analizados por diferentes estudios científicos que tomaron en cuenta mediciones de los niveles de hormonas relacionadas con el estrés como la adrenalina, la noradrenalina y el cortisol.
Una recopilación de varias investigaciones sobre el tema realizada por la psicóloga Jessica Bloom, investigadora de la Universidad de Radboud, Holanda, asegura que si bien las vacaciones tienen un efecto muy positivo sobre el cansancio, no se han comprobado grandes efectos sobre lo biológico. La investigadora llegó a la conclusión de que 12 días después de las vacaciones, los efectos benéficos de las mismas sobre la salud desaparecían, aunque se haya tratado de un descanso único en el año, de entre 10 y 14 días después de haber regresado del viaje.
No existen muchos estudios sobre si el tipo de vacaciones cambia o no estos beneficios, es decir, si es a un hotel, a una casa, si es en tren, avión o auto, o si es todo lo mismo.
Lo que sí se sabe es que cualquier descanso trae beneficios para la salud física y emocional. "Las vacaciones son una oportunidad de recuperación mucho más efectiva que las tardes libres y los fines de semana ya que el despegarse física y psicológicamente del trabajo y de las otras demandas ayuda, a la vez que nos permite reemplazar el trabajo por actividades placenteras", dijo la experta.
Las mini-vacaciones
Otra investigación, esta vez realizada por Pierre Delbarre del Cochin Park Hospital de París resalta los beneficios de las vacaciones cortas pero regulares durante el año, como por ejemplo. El experto sostiene que estaríamos mejor de salud y sufriríamos menos enfermedades si tomáramos nuestras vacaciones en lapsos cortos y frecuentes, como que existiría una necesidad biológica de hacerlo.
Otro estudio realizado por la Universidad de California comparó también los resultados de las mini-vacaciones con las vacaciones anuales únicas y llegó a la conclusión de que los mini descansos son más beneficiosos porque el hecho de aprender a desconectarse en pocos días y más veces al año fortalece los mecanismos de supresión del estrés y ayuda a promover respuestas más saludables durante todos los días del año frente a estímulos cotidianos.
Ahora bien, hay personas a las que les resulta más fácil que a otras desenchufarse del estrés laboral, así que en parte es un aprendizaje personal el poder aprender a controlar los efectos estresantes de lo que nos depara la vida día a día.