Primero fue Brittany Maynard, la joven con cáncer terminal que terminó mudándose a Oregon para poder llevar a cabo su deseo de muerte el 1 de noviembre pasado.
Hoy, es Christy O'Donnell la ex sargento de 46 añosque pide desesperadamente que la dejen terminar con su vida y evitar una muerte dolorosa a causa de un cáncer terminal que la aqueja en pulmón, cerebro y otros órganos vitales de su cuerpo.
Ya ha habido varios intentos de cambiar la ley vigente que data de 1873, pero fueron sin éxito. Esta vez, los activistas de la asociación sin fines de lucro que aboga por los derechos de los pacientes terminales, Compassion & Choices, esperan que sea diferente.
“Hemos tenido varios intentos legislativos, pero nunca habíamos tenido el apoyo que se ha visto desde que el caso de Brittany Maynard se hizo público. Su experiencia ha tocado los corazones de muchas personas en todo el país y el estado, y ha abierto la conversación sobre las decisiones de fin de vida”, explicó Patricia A. González Portillo, vocera de la organización Compassion & Choices en California que lucha por la aprobación de la ley SB128, el Acta de Opción de Fin de Vida.
Históricamente, las asociaciones médicas han rechazado esta propuesta de ley por considerarla que viola el juramento hipocrático de los médicos que tiene que ver con evitar cualquier acción que cause un daño en el paciente. Si bien la Asociación Médica de California se declaro neutral y no a favor de la ley, el haber retirado la oposición aumenta enormemente las chances de aprobación de la misma.
“A pesar de la posición neutral, esto representa un cambio significativo en la política de las asociación médica hacia la figura de muerte asistida", dijo el Dr. Sudeep Kukreja, presidente de la Asociación Médica del Condado de Orange. "El cambio es en la dirección correcta", agregó.
Según la ley propuesta, una persona con una enfermedad, terminal, un pronóstico de menos de seis meses de vida, dos diagnósticos médicos diferentes, en pleno uso de sus facultades mentales, tendría la opción de pedir una receta médica para que pueda morir sin sufrimiento.
Este es el caso de la ex sargento de la policía de Los Angeles y madre soltera de una joven de 20 años, quien ha demandado a las autoridades para poder quedarse en su casa y ejercer este derecho.
"El caso de Christy O'Donnell debe servir de ejemplo para alentar a otras personas que están muriendo y que enfrentan un final doloroso que los cuidados paliativos del mejor hospital no pueden evitarle", explicó el director legal de Compassion & Choices , Kevin Díaz.
"Tal como lo había explicitado Brittany, estas personas necesitan desesperadamente tener la opción de recibir ayuda médica así pueden morir sin sufrir, en forma tranquila, mientras duermen. Y la necesita rápido ahora, antes de que sea tarde", enfatizó el abogado.
O'Donnell fue diagnosticada con cáncer de pulmón en estadio IV, el más avanzado, y ya la enfermedad se ha desarrollado también en el cerebro, el hígado, costillas y vértebras, lo cual fue descubierto por los médicos en abril, después de darse cuenta de que el tratamiento con quimioterapia que le habían realizado no había tenido el efecto esperado.
Ya son cinco los estados que ya cuentan con una ley de muerte asistida: Oregon, Washington, Montana, Vermont y Nuevo México.
Y son 13, incluido California, los estados que han presentado un intento de cambiar la legislación hacia una muerte digna, como la llaman los proponentes.
Algunas diferencias a resaltar
Es importante, dijo Portilo, explicar la diferencia entre la muerte asistida y el suicidio.
“El suicidio es cuando una persona está tan deprimida que ya no tiene deseo de vivir, la ayuda para morir o muerte asistida es para personas competentes mentalmente, que quieren vivir, pero la enfermedad no se los permite, se están muriendo, y no hay medicamento que pueda hacer nada por ellos”, señaló.
Los oponentes a la ley temen que con su aprobación podría violarse el derecho de los pacientes y abriría la puerta para un potencial abuso.
Tal es el caso de las asociaciones oncológicas del norte y sur de California que emitieron estos días un comunicado diciendo: "Ninguna enmienda puede cambiar el hecho de que el acto de causar la muerte a un paciente va en contra del rol de un médico. Creemos que los cuidados paliativos puede mejorar el final de la vida de los pacientes cuando la muerte es inevitable, sin la culpa y los dilemas éticos que implica la ley SB128".
La Corte Suprema de Estados Unidos permite brindar cuidados paliativos, es decir administrarle al paciente terminal una serie de cuidados y medicinas que alivien su dolor para disminuir lo más posible el sufrimiento final. Sin embargo, no existe una legislación federal en torno al tema de la muerte asistida y la corte ha dejado abierto que cada estado decida sobre la aprobación de la muerte digna o suicidio asistido.
Por otro lado, muerte asistida no es lo mismo que eutanasia. En la muerte asistida, a diferencia de la eutanasia, el médico provee al paciente de la información y medicación necesaria pero es el mismo paciente terminal el que decide cuándo y en qué contexto se quita la vida.
Mientras tanto, O'Donnell reza para poder llegar y celebrar el cumpleaños número 21 de su hija en Bahamas el próximo 23 de junio, para lo cual ya ha comprado los pasajes. Para eso, espera ansiosamente el resultado de sus últimos tratamientos de quimioterapia. Si estos le dieron resultado, quizás pueda llegar a fin de junio y festejar con su hija.