El "No soy más tu amigo si no haces tal cosa" es una estrategia que comienza de muy chicos y alerta a educadores y especialistas. Ya concientes de las graves consecuencias que tienen en los jóvenes el bullying, psicólogos y educadores detectaron que los indicadores de conductas agresivas y excluyentes a otros se observan desde edades muy tempranas.
Ya no es novedad que en la infancia se forjan muchos de los valores de los individuos y que es una etapa fundamental en el desarrollo de una persona. Y ya el tema del bullying en las escuelas, es un problema a nivel no sólo de escuela secundaria sino que comienza en los primeros años de escolaridad.
Se calcula que 1 de cada 3 adolescentes es víctima de bullying, pero las cosas son peores para los chicos gay: 9 de cada 10 chicos homosexuales sufren algún tipo de acoso, y 22% de ellos han intentado suicidarse.
Varios estudios ya vincular el bullying con problemas de salud, rendimiento escolar y hasta suicidio entre los jóvenes.
Por ese motivo, diversos grupos de educadores están trabajando en la escuela en reforzar e instalar el concepto de empatía para erradicar una nueva tendencia entre los niños que es un término que se conoce en inglés como "stemming relational agression", nada menos que amenazar a los otros con no ser más amigos como una forma de manipular y lograr cosas que quieren.
Entre los objetivos propuestos por las autoridades está el enseñarle a los niños cuáles son sus derechos, ayudarlos a poder fortalecer su autoestima, que puedan sentirse seguros de sus ideas y pensamientos y manifestar lo que les sucede.
Otro de los objetivos implementados es trabajar valores como la tolerancia, el respeto, la aceptación de las diferencias, la solidaridad, la no violencia y la no discriminación.
Las niñas, las más
Si bien tanto niñas como varones muestran este tipo de conductas de agresividad relacional, como lo llaman, el no soy más tu amigo como amenaza es mucho más frecuente entre las chicas ya que tienen mucho más desarrollada su vida social y en general muestran una capacidad verbal mayor.
"Creo que lo llamativo es que estamos viendo estas conductas en niños cada vez más chicos", explicó a la prensa la educadora Laura Barbour, de Stafford Primary School in West, en Oregon, quien trabaja desde hace 24 años en educación.
Se han implementado varios programas para enseñar el concepto de empatía, y la experta señala que se utiliza con niños chicos el concepto de "ponerse los lentes y mirar las cosas desde afuera" para que puedan ser observadores de cómo los otros son emocional y físicamente atacados.
Agresividad relacional
Es un término relativamente nuevo en el área de la psicología, que intenta difereciarse nominalmente de la agresión física. Aún no hay suficiente evidencia científica sobre si este tipo de conductas se han incrementado recientemente entre los niños pequeños o si en estos tiempos se manifiestan más tempranamente que en tiempos pasados.
Sí es una realidad, que los educadores de hoy en día están cada vez más atentos a estas conductas y a lograr una detección temprana de situaciones en la escuela elemental, y no sólo en escuela media y secundaria, para lograr un cambio y prevenir consecuencias negativas posteriores.
Los expertos recomiendan que no hay que castigar al niño que agrede a los demás sino intentar una lectura comprensiva de qué es lo que le está pasando a ese niños, explorar cuáles son las áreas de conflicto e intentar construir acuerdos para poder lograr una mejor convivencia en la institución educativa.
En relación a las amenazas de no ser más amigos o de no invitar a una fiesta de un cumpleaños a otro, los expertos dicen que actúan con efectividad debido a la limitada capacidad cognitiva de los niños pequeños. Así lo indica el psicólogo Jamie Ostrov, de la Universidad de Bufalo que ha estudiado a niños de 3 a 5 años y asegura que ha detectado este tipo de conductas desde los 2 años y medio de edad.
Otra investigación, realizada por Charisse Nixon, psicóloga del Penn State Erie College, asegura que el 50% de los niños y adolescentes de grado 5 a 12 ha sufrido la llamada agresión relacional en el último mes y el 7% ha reportado ser víctima de agresión física semanalmente.
