Al parecer los niños creen que intimidar a otros mejorará su reputación ante sus compañeros, según el estudio que aparece en la edición de febrero de la revista American Sociological Review.
Los investigadores preguntaron a 3,700 alumnos de octavo, noveno y décimo grados de tres condados de Carolina del Norte por su comportamiento hacia otros niños y la frecuencia con que eran objeto de agresión física, agresión verbal (como burlas o amenazas), rumores o intimidación indirecta (como el ostracismo). A los adolescentes también se les preguntó con qué frecuencia tenían estas actitudes hacia un compañero.
Puntos clave
Los niños que se encontraban en la parte superior de la jerarquía social de la escuela, pero no en la parte más alta, eran los más propensos a molestar o a ser agresivos hacia los demás.
"El estatus social aumentaba la agresión", señaló el autor principal del estudio Robert Faris, profesor asistente de sociología de la Universidad de California en Davis. "La agresión se percibe como una forma de avanzar".
Quizá la buena noticia es que cerca del 67 por ciento de los niños no eran agresivos ni malos con otros. Del 33 por ciento que sí lo eran, molestaban en promedio a cerca de dos compañeros.
"La agresión se puede concentrar en unos cuantos niños", apuntó Faris.
Las niñas y los niños eran igual de propensos a intimidar a otros.
Así pues, ¿qué se puede hacer al respecto? En lugar de centrarse únicamente en los acosadores o sus víctimas, los programas también deberían incluir a la mayoría silenciosa que no está implicada, pero cuyo apoyo tácito podría estimular el acoso. "Los espectadores son los que dan a la gente su estatus, y pueden decidir si premian o castigan la agresión", señaló Faris.
Richard Gallagher, director del Instituto de Crianza del Centro de Estudios Infantiles de la Universidad de Nueva York, asegura que: "Otros estudios indican que los niños populares son los más propensos a estar implicados con las burlas y a veces con el acoso...muchas veces los niños que lo observan creen que es merecido y justificado".
El acoso escolar es el responsable de que 160,000 estudiantes estadounidenses falten a la escuela cada día, de acuerdo con la información de respaldo del estudio.
"Los padres necesitan saber que esto puede pasar. Tienen que enseñar a sus hijos a valerse por sí mismos y a no ser tan frágiles cuando se trata de bromas", apuntó Gallagher. "Al mismo tiempo, debemos estar atentos a los excesos".
Más información
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. tiene más información sobre cómo prevenir y detener el acoso escolar.