Pasó mucha agua bajo el río antes de que Jodie Foster se refiriera en público a su homosexualidad: después de 30 años, la estrella de Hollywood dio a entender su condición de lesbiana al agradecer un tributo a su trayectoria, en la entrega de los Globos de Oro, en enero de 2013.
Ricky Martin dijo hace unos días en la ONU que desearía poder revelar nuevamente que es gay para incentivar a la gente que tiene problemas para reconocer su identidad a que lo haga: “es hermoso, encuentras amor”, dijo. Y la lista de famosos que se han liberado sigue: Matt Bomer, Anderson Cooper y Jim Parsons son algunos de los que también salieron del armario.
Puntos clave
La confesión, además de liberarlos, les permitirá vivir más sanos. Ésta es la conclusión a la que llegó el equipo del doctor Robert-Paul Juster, del Centro de Estudios de Estrés Humano del hospital Lafontaine, en Canadá, quien quería investigar si el estigma, la discriminación y homofobia a la que son sujetos los homosexuales y lesbianas, los afectaría más que a los heterosexuales.
"Como grupo, los hombres homosexuales y bisexuales sufren menos estrés y menos problemas fisiológicos que los heterosexuales", declaró el Dr. Juster a BBC Mundo. Y dijo estar sorprendido, pues su hipótesis inicial era todo lo contrario.
No sólo le sorprendió eso, sino que "cuando miramos a las personas que habían salido del clóset con los que no lo habían hecho, vimos que aquellos que eran abiertos con sus familiares y amigos, tenían menos ansiedad, depresión, agotamiento y menos niveles de cortisol, la hormona que se activa como respuesta al estrés", afirmó Juster.
Para el estudio, que fue publicado en Psychosomatic Medicine, los investigadores diseñaron un cuestionario con todo tipo de preguntas generales para tener datos estadísticos que les indicara cómo se enfrentaban al estrés crónico sin importar la orientación sexual. Y luego de estudiar a 87 participantes de edades comprendidas entre los 18 y 45 años y de diversas inclinaciones sexuales, los investigadores descubrieron que había "algo especial" en el hecho de salir del clóset, que los hacía más saludables incluso que a los heterosexuales.
El Dr. Juster considera que esto se debe a la resistencia, pues si logran ser honestos con su entorno sobre sus preferencias sexuales -a pesar de la presión social, el estigma y la homofobia-, pueden desarrollar una fuerza que les permite superar cualquier otro obstáculo.
Juster y su equipo afirman que la sociedad debe estar abierta y ofrecer una inclusión sin diferencias.
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