La cantidad de cirugías de reasignación de género han aumentado significativamente en Estados Unidos, según un reciente estudio realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad John Hopkins.
Los investigadores analizaron los datos de la Muestra Nacional de Pacientes Hospitalizados (NIS, por sus siglas en inglés) de los años 2000 a 2014, considerada como una de las bases de datos de atención hospitalaria más grandes del país. El equipo evaluó un total de 37,827 encuentros médicos identificados por un código de diagnóstico de transexualidad o trastorno de identidad de género. Alrededor del 57 por ciento de los pacientes eran blancos, y tenían una edad media de 38 años.
Los autores del estudio, publicado en JAMA Surgery, descubrieron que el número de pacientes sometidos a cirugías genitales ha aumentado considerablemente en los últimos años. Durante el período de 2000 hasta 2005, el 72 por ciento de los pacientes que reportaron procedimientos de reasignación de sexo en EE. UU. decidieron someterse a una cirugía genital. De 2006 a 2011, este porcentaje aumentó al 83,9 por ciento de los pacientes.
Los investigadores también señalaron que se no se observaron casos de mortalidad asociada con la cirugía de afirmación de género a lo largo de todo el período de estudio, lo que sugiere que, a diferencia de algunas críticas, el procedimiento es seguro.
"Sin datos específicos para pacientes transgénero, no podemos decir lo que estamos haciendo bien y lo que tenemos que mejorar. Este estudio fue un intento de abordar ese problema con los mejores datos que tenemos disponibles ahora", señaló en un comunicado Brandyn D. Lau, profesora asistente de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y directora de calidad e investigación del nuevo Centro Johns Hopkins para la Salud Transgénero.
Identidad de género
Las personas transgénero tienen una identidad de género que difiere de su sexo biológico de nacimiento. Para abordar esta incongruencia, muchos de los aproximadamente 1,4 millones de adultos transgénero estadounidenses buscan intervenciones que afirmen el género, como la terapia hormonal, las cirugías genitales y de los senos, y el contorno facial.
Cuando la Ley de Cuidado de Salud prohibió la discriminación basada en la identidad de género, las regulaciones de seguros estatales y federales cambiaron hacia una mayor cobertura de tales intervenciones.
El porcentaje de pacientes que afrontaron de forma privada las intervenciones, aquellos que no están cubiertos por un seguro público o privado, disminuyó de 2012 a 2014, con sólo el 39 por ciento de pacientes que pagaron durante el último año de estudio, y el resto estuvo cubierto por Medicare, Medicaid o un seguro privado.
Los autores destacaron que esto ayudará a que más pacientes transgénero busquen la ayuda que necesitan si desean someterse a procedimientos de reasignación de género y a mejorar la acumulación de datos sobre identidad de género para seguir estudiando este tema.