Informes recientes estiman que el 0.6% de los adultos en los Estados Unidos, o aproximadamente 1.4 millones de personas, se identifican como transgénero, señala un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine.
A pesar de los avances en los derechos y la atención de los medios de comunicación, la realidad es que las personas transexuales experimentan disparidades en materia de salud. Un tema de particular atención es el de la terapia hormonal, vinculada con un mayor bienestar psicológico en personas transgénero, pero que puede tener un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, informaron los investigadores.
Para los adultos trans, la terapia hormonal se asoció con un potencial empeoramiento de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, como elevación de la presión arterial, resistencia a la insulina y trastornos de los lípidos, aunque estos cambios no se han asociado con aumentos de morbilidad o mortalidad en hombres transgéneros.
En cuanto a las mujeres transexuales (de hombre a mujer), existe un vínculo entre la terapia hormonal y un mayor riesgo tromboembólico, que es el conjunto de alteraciones que abarcan la trombosis venosa profunda, la embolia de pulmón y el síndrome postrombótico.
Los investigadores destacan que la falta de estudios para caracterizar los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular en las poblaciones transgénero que reciben terapia hormonal limita la atención primaria y especializada apropiada.
Brechas en la formación médica
El tema de la correcta atención médica de las personas transgénero también se relaciona con la formación de los profesionales de la salud.
Los resultados de una reciente encuesta entre médicos militares reportaron que menos del 75% de los encuestados señalaron haber recibido algún tipo de entrenamiento médico transgénero, mientras que casi el 95% sólo recibió 3 horas o menos de esa capacitación. Esta falta de entrenamiento suficiente limitó la capacidad de prescribir terapia hormonal a los pacientes transgénero.
"Dado que la educación en la atención de las personas transgénero se asoció significativamente con unas mayores probabilidades de recetar la terapia hormonal, e investigaciones anteriores muestran que la instrucción médica adicional sobre la atención de las personas transgénero contribuye a una mayor competencia, será vital aumentar el entrenamiento de los médicos militares para garantizar habilidad y sensibilidad en el tratamiento de los pacientes con [disforia de género]", señalaron los autores de este estudio.
Desigualdades y dificultades
Una encuesta del gobierno de EE.UU. del año 2014, realizada a más de 151,000 adultos en 19 estados, encontró que un 26 por ciento de las personas transgénero vivían por debajo de la línea de la pobreza, frente a un 15.5 por ciento de los encuestados que no eran transgénero. Las personas transgénero también eran menos propensas a haber ido a la universidad.
Esas desigualdades "tienen implicaciones negativas para la salud de la población transgénero", concluyó el equipo de investigadores liderado por la doctora Halley Crissman, de la Universidad de Michigan.