Las cifras oficiales indican que cerca de 11 millones de indocumentados viven el país. Según un reporte de los Institutos Nacionales de Salud, se estima que unos 4 millones de ellos asisten a centros comunitarios de salud, en donde reciben atención médica gratuita sin que se los cuestione sobre su estatus migratorio.
Pero el resto, tal vez por miedo o por desinformación, no llega nunca a estos centros médicos.
Puntos clave
Para todos se abre un camino de esperanza con la reforma migratoria —que será debatida en junio en el pleno del Senado—; pero en esta espera, su salud se encuentra en alto riesgo: la Ley de Cuidado de Salud promulgada en marzo de 2010 por el presidente Barack Obama los deja completamente fuera de cualquier tipo de cobertura.
Para revertir lo que curiosamente una ley amplia y solidaria no ofrece, legislaturas estatales están discutiendo ampliar sus planes médicos para abarcar a los inmigrantes sin papeles. Y la de California lleva la delantera en este debate.
"Creo que personas que viven en este país, trabajan duro y están buscando su ciudadanía deberían tener la posibilidad de cuidar su salud y la de sus seres queridos", expresó el senador estatal demócrata Darrell Steinberg.
De aprobarse esta ley estatal, que ofrecería servicios de salud y exámenes preventivos a bajo costo, se implementaría con inicialmente unos $700 millones de dólares, dinero con el que cuentan los condados para ampliar el Medicaid.
Sin embargo, el gobernador Jerry Brown aún no se ha manifestado sobre el controversial proyecto de ley.
Estados como Texas, Florida, Nueva York e Illinois —todos ellos con una alta población indocumentada— han debatido la cobertura médica a esta población, sin que los proyectos avanzaran.
Los detractores de leyes como la que podría votarse en California, dicen que personas que entraron de manera ilegal al país no deberían tener acceso a la salud. Pero, curiosamente, el tener cobertura haría que los estados gastaran mucho menos en emergencias médicas, un estadio al que suelen llegar los inmigrantes sin papeles que no tienen cuidado preventivo, indica un informe de Kaiser Health News.
Por ley federal, los hospitales deben tratar a pacientes en emergencia médica, sin considerar su estatus migratorio.
Pero claro, ese cuidado tardío es mucho más costoso: tan sólo el Tampa General Hospital, en Florida, gasta $10 millones de dólares al año en tratar emergencias de pacientes sin papeles.
El National Immigration Law Center, que lucha por los derechos de los inmigrantes, avisora una luz para la salud de los indocumentados de aprobarse una reforma migratoria, que daría a millones un estatus legal.
Pero mientras tanto, quedan "para otro momento" vacunas, pruebas de diabetes, colesterol, VIH y mamografías. A contramano de la definición de la Organización Mundial de la Salud, que define dos conceptos clave: la salud es un derecho y la suma de individuos sanos garantiza comunidades más saludables.