Digamos que sientes que estás por agarrar un resfriado y tienes una líneas de fiebre. O tomaste tu pastilla para la presión arterial, pero todavía sigue un poco alta. O tal vez estuviste en una cena de trabajo y algo te cayó muy mal porque sigues vomitando. O tu hijo que juega soccer se cayó en la cancha y le duele un pie, aunque no al punto de no poder caminar.
Todas estas son situaciones que ameritan una visita a un urgent care (centro de atención de urgencias), que no es lo mismo que la sala de emergencias de un hospital.
Es importante tener en cuenta la diferencia entre una y otra, para no cometer errores que afecten tu bolsillo.
La atención de urgencia o urgent care es una categoría de atención ambulatoria (cuando el paciente no está internado) en un centro médico que no es un departamento de emergencias tradicional.
En los Estados Unidos hay unos 8,000 centros de urgencias, un tipo de atención médica que ha experimentado un crecimiento enorme en los últimos años.
El urgent care trata situaciones médicas y lesiones que no son de una gravedad tal que amenacen la vida. La sala de emergencias o emergency room , sin embargo, recibe personas con ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares (strokes) o heridas graves productos de accidentes que requieren de alta tecnología y hasta de cirugías.
Por qué es importante no equivocarse
El 40% de los pacientes que llegan a las salas de emergencias de hospitales tienen afecciones que no necesitan atención de emergencia, y que podrían tratarse en un urgent care.
La diferencia es también el tiempo de espera. Mientras en una sala de emergencia nunca es menos de tres a cuatro horas, en el urgent care difícilmente supere la hora. Y por supuesto los costos son muy diferentes.
Sin seguro, la visita a un urgent care cuesta un promedio de $150; a una sala de emergencias, $500. Esta cifra promedio es solo por la visita, a lo que habría que sumar otros valores si se necesitan rayos X, electrocardiogramas o pruebas de laboratorio, entre otros estudios, dependiendo del cuadro médico.
Por ejemplo, si vas a un urgent care por un dolor de garganta, el tratamiento no superará los $100, en una sala de emergencia de un hospital puede llegar a $500. Si el cuadro es un poco más complejo —aunque todavía podría tratarse en un urgent care— en una sala de emergencias los costos fácilmente pueden sumar hasta $3,000.
La mayoría de las aseguradoras cubren los costos de una visita a un urgent care. Pero varía cuánto cubren y el copago que debas hacer al momento de la consulta.
Las situaciones médicas más comunes por las que las personas llegan al urgent care son:
- Reacciones alérgicas leves
- Náuseas
- Dolor de espalda
- Neumonía
- Conjuntivitis
- Erupción en la piel
- Diarrea
- Sinusitis
- Infección en el oído
- Dolor de garganta
- Fiebre
- Esguinces
- Picaduras de insectos
- Infección de las vías respiratorias altas
- Vaginitis
- Migraña
- Vómitos
- Mononucleosis
- Heridas/Absceso
En muchos casos, la crisis médica se resuelve en el urgent care, con el doctor recetando un medicamento o recomendando un tratamiento. En otras, se requiere el seguimiento con un especialista.
El mejor ejemplo es de nuevo la lesión de tu hijo o hija en un partido de soccer, que generalmente ocurren un día de fin de semana, cuando es difícil localizar al pediatra u ortopedista. La primera visita debería ser al urgent care, y luego hacer un seguimiento en la semana.
La mayoría de estos centros tienen equipos de rayos X por lo que podrán hacer una placa para evaluar el problema. Y también pueden hacer trabajos de laboratorio simples. La mayoría tienen médicos de planta, pero a veces, dependiendo de la condición, los que te atenderán podrán ser enfermeras o asistentes médicos.
Una de las principales ventajas del urgent care es que tienen un horario de atención amplio (si el problema médico se presenta fuera del horario de oficina o fines de semana) y que no se requiere hacer una cita previa.
Fuentes: NIH, debt.org, HHS