Los casos de coronavirus COVID-19 se están expandiendo en los Estados Unidos, y el problema de los costos puede ampliarse de los oficiales de salud pública a los individuos.
Hasta ahora, el costo de las pruebas para detectar este nuevo coronavirus forman parte de la estrategia de salud pública de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y de los departamentos de salud locales para observar la propagación y, de ser posible, frenarla.
Pero, si el brote sigue su camino ascendente, las personas se comenzarán a preguntar: ¿qué tengo que pagar de mi bolsillo?
Porque, eventualmente, si se presenta una infección, ya no se trataría solo de la prueba, sino de medicamentos, radiografías y, Dios no lo quiera, una visita a una sala de emergencias o una internación. Incluso cabe preguntarse si el cuarto de aislamiento de un hospital en sí cuesta más que una habitación común.
¿Tu plan médico cubrirá todos estos gastos?
Lo primero que debes saber es que, hasta el momento, todo indica que las posibilidades de que tú o tus seres queridos contraigan COVID-19 sigue siendo baja. Si, además, cumples con medidas de prevención básicas como lavarte las manos con frecuencia o toser tapándote la boca con el brazo, reducirás más todavía tu riesgo.
Por definición, el coronavirus COVID-19 no es una condición preexistente por lo que tu plan médico debería cubrir todo el tratamiento. Por supuesto, tu gasto de bolsillo dependerá de tu deducible (lo que debes gastar hasta que la aseguradora comience a pagar).
Como siempre ocurre, lo mejor es tener cobertura de salud, para que puedas llamar a tu propio doctor de atención primaria, en caso de que presentes síntomas como fiebre y dificultad para respirar.
Y recuerda que el coronavirus es preocupante pero no alarmante. Para compararlo con otro virus potente, los CDC indican que un promedio de 18 millones de personas al año en el país contraen el virus de la gripe. Hay 150,000 internaciones a causa de la influenza en ese tiempo. Y mueren un promedio de 10,000 personas al año por esta enfermedad. La letalidad es de menos de 1%.
La tasa de mortalidad de COVID-19 es similar, aunque es un poco más alta en Whuan, China, en donde se originó el brote a finales de 2019.
Si tienes dudas o, por ejemplo, quieres viajar y tienes miedo, lo mejor es hablar con tu médico de cabecera, una de las mejores fuentes para despejar dudas.