En una histórica guía sobre cómo sobrevivir a un ataque zombie —que lanzaron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en 2011— expertos explican qué hay que hacer ante la propagación de un virus mortal o frente a un desastre natural, usando a los zombies como ejemplo.
La idea surgió en la primavera de aquél año, después del tsunami en Japón. "Luego de ese terrible desastre les preguntamos a nuestros seguidores en Twitter si estaban preparados para afrontar situaciones de emergencia, y muchos respondieron que sí, que ya habían tomado precauciones contra huracanes o terremotos, pero también recibimos muchos mensajes de gente que se preparaba contra un posible ataque de zombies. Ahí comenzó todo", contó en aquél momento la doctora Maggie Silver, una de las creadoras de la campaña de los CDC.
Silver explicó que la idea de un ataque zombie les pareció especialmente productiva debido a la popularidad de estos personajes, y porque, aunque se tratara de algo irreal, las precauciones que habría que tomar en caso de un ataque de muertos vivos serían las mismas que si sucediera un desastre natural o una pandemia.
Un artículo más reciente, "Las infecciones Zombie: epidemiología, tratamiento y prevención", publicado en British Medical Journal asegura que estas historias de ficción sirven para explicar fenómenos de epidemias reales.
¿Pero qué pasa con los zombies mismos cuando necesitan atención médica? ¿Qué pasa con las personas que están infectadas o heridas a causa de un virus o un desastre natural?
Usemos al zombie como metáfora.
Todo depende. El lugar al que naturalmente un zombie llegaría en busca de atención sería una sala de emergencias, ya que se trataría de una urgencia y seguramente su médico ya habría huido de su consultorio. Además, dada su infección avanzada, quién sabe si recuerda si tiene o no cobertura de salud.
Por ley, las salas de emergencia son los espacios de atención médica en los que no se puede discriminar a nadie: se debe atender a la persona, tenga o no tenga seguro médico, sin importar su capacidad de pago o su estatus migratorio. Sin importar si estás en el reino de los vivos o si ya pasaste al mundo de los muertos vivos.
Pero cuando la hecatombe pase y la normalidad comience a restaurarse, tener seguro médico te puede ayudar a tener un tratamiento adecuado para tu virus, recuperarte y sí, sobrevivir.
Además, debes tener a mano una tarjeta que explique si tienes una condición médica que eventualmente necesite de un cuidado especial como alergias, diabetes o epilepsia.
La siguiente es la lista de consejos de los CDC para sobrevivir a un ataque zombie. Lista a la que agregamos tu tarjeta de seguro médico, y todos tus contactos vinculados a tu salud, que en cualquier crisis tienen que ser tan importantes como tu identificación o tu licencia de conducir.
Tal vez pienses que nunca te va a suceder, de todas formas, toma nota de estos consejos, por si algún día los zombies llegaran a atacar a la sociedad... o si sucediera cualquier otro tipo de desastre.
Los CDC recomiendan armar un kit de emergencia que incluya lo siguiente:
• Agua potable (calcula un galón por persona)
• Comida no perecedera
• Medicamentos y elementos de primeros auxilios (Tal vez no puedan curar una mordida de zombie, pero sí serán de ayuda contra heridas y accidentes ligeros)
• Una radio de baterías y baterías de repuesto
• Linternas, fósforos y velas
• Herramientas (como cuchillos, tijeras y cinta adhesiva)
• Documentos importantes (licencia, pasaporte, acta de nacimiento)
• Mapas de la zona
Además del kit de emergencia, los CDC recomiendan:
• Establecer un punto de reunión en el que puedas encontrarte con tu familia, para escapar juntos de los zombies... o luego de un tornado, huracán, terremoto o tsunami.
• Crear una lista de contactos de emergencia con el número de la policía, los bomberos, los servicios de ambulancia o el departamento de control de zombies, y tenerla donde puedas encontrarla fácilmente.
• Planear una ruta de escape, por si es necesario evacuar tu localidad: ni los zombies ni el agua en una inundación esperarán a que estés listo, así que es mejor que tengas al menos una ruta establecida para huir lo más rápido posible de la zona de peligro.