Tratamientos que usan sangre para rejuvenecer, como el famoso facial del vampiro que se aplica Kim Kardashian, podrían tener sus días contados. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos hizo una advertencia sobre el uso de infusiones de plasma y terapias similares contra el envejecimiento, cuyos beneficios no están comprobados y pueden ser peligrosas.
El plasma es la parte de la sangre que contiene proteínas que facilitan la coagulación. Hay evidencias de sus beneficios para tratar a pacientes con problemas de coagulación, pero no las hay sobre su eficacia para todo lo que se dice que puede “curar”.
En el país no solo se ofrecen tratamientos intravenosos de plasma que, en teoría, combaten el envejecimiento; también los hay para tratar la pérdida de memoria, la demencia, el Parkinson, la esclerosis múltiple, el Alzheimer, la enfermedad cardíaca y hasta el estrés postraumático. De acuerdo a la FDA, estas infusiones se hacen con sangre proveniente de donantes jóvenes y pueden valer miles de dólares.
“Tenemos importantes preocupaciones de salud pública sobre la promoción y el uso de plasma para estos fines. No existe un beneficio clínico comprobado de la infusión de plasma de donantes jóvenes para curar, mitigar, tratar o prevenir estas afecciones, y existen riesgos asociados con el uso de cualquier producto de plasma”, se lee en un comunicado emitido por la agencia en nombre de su comisionado, Scott Gottlieb.
Los tratamientos que utilizan plasma de donantes jóvenes no hacen las pruebas que exige la FDA para confirmar sus beneficios terapéuticos y garantizar su seguridad. No hay garantías de que sean seguros ni efectivos.
Los riesgos del plasma
Al usar tratamientos de salud a base plasma pueden producirse reacciones alérgicas graves (anafilaxia), infecciones, problemas respiratorios y cardiovasculares, entre otros riesgos significativos. La lesión pulmonar aguda o la sobrecarga circulatoria asociadas a la transfusión son menos comunes, pero posibles.
Si no se cumplen con las normas de la agencia de salud también se pueden propiciar enfermedades infecciosas. Ya se han registrado irregularidades al usar plasma en tratamientos estéticos que se han hecho polares gracias a celebridades como Kim Kardashian, como ocurrió el año pasado en un spa de Albuquerque donde se aplicaba el llamado facial del vampiro (inyectan plasma en el rostro para rejuvenecerlo) y fue cerrado por las autoridades por riesgo de contagio con VIH y hepatitis B y C.
El plasma no está ni reconocido ni aprobado por la FDA para revertir los efectos del envejecimiento ni para aplicar en todas las enfermedades para las cuales se ofrece como tratamiento. La recomendación de la FDA es no usar infusiones de plasma ni terapias similares.
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