Tengo verrugas en mi zona íntima, ¿qué puedo hacer?

Las verrugas genitales son causadas por el virus del papiloma humano (VPH). Este virus se transmite cuando una persona tiene contacto con la piel o la mucosa de otra que tiene la infección. Las verrugas genitales casi siempre se transmiten por contacto sexual.


Pueden pasar semanas o meses después de la infección para que aparezcan las verrugas y hasta un tercio de las ellas pueden desaparecer sin tratamiento en un período de 4 meses. Los dos tercios restantes no se quitan o aumentan de tamaño o número.

Las verrugas genitales son un problema incómodo pero que tiene solución. Es recomendable acudir con el médico para que pueda elegir el tratamiento más conveniente.

Las verrugas normalmente no causan síntomas, pero pueden llegar a provocar comezón. Pueden tener muchas formas (planas, elevadas, con forma de coliflor) y presentar diversos colores (más oscuras, más claras o del color de la piel, rojas o blancas).

Los pacientes pueden sentir pena, culpa, ansiedad e incluso depresión debido a las verrugas genitales, ya que se asocian con un riesgo más elevado de cáncer.

En la actualidad existen tratamientos muy efectivos para eliminarlas, pero no hay una manera de erradicar el virus, por lo que pueden volver a aparecer.

¿Cuál es la mejor manera de eliminarlas?

Dependiendo del tamaño y el número de verrugas, tu médico puede optar por darte un tratamiento que puedas seguir en casa o aplicar uno en el consultorio.

Los tratamientos en casa consisten en aplicar sustancias sobre la verruga. Pueden causar enrojecimiento, erosiones o sensación de quemazón. Tardan algunas semanas en hacer efecto, pero si las verrugas son pocas y pequeñas dan buenos resultados.

En el consultorio, el médico puede aplicar otras terapias como el ácido tricloroacético, crioterapia (nitrógeno líquido), electrocirugía, láser o cirugía. Estos procedimientos tienen buena respuesta y se reservan para los casos más graves.

Las verrugas genitales son un problema incómodo pero que tiene solución. Es recomendable acudir al médico para que pueda elegir el tratamiento más conveniente.