Resoluciones posibles para 2023

Con la crisis de COVID-19 entrando en su cuarto año, y otros virus circulando, la vida parece seguir girando en torno a los riesgos de salud. Sin embargo, las narrativas personales continúan y las resoluciones para 2023 son parte del ritual que se repite cada diciembre. 

¿Cómo lograr que estas metas no se conviertan en frustraciones?

Resoluciones posibles para 2023
| Foto: GETTY IMAGES

Las resoluciones comunes de Año Nuevo se enfocan en cambios en el comportamiento con la expectativa de resultados positivos con respecto a la salud física y mental.

Un estudio de 2020 comprobó que la resolución más popular entre los participantes se refería a la salud física (33%). La segunda categoría más popular fue la pérdida de peso (20%). La tercera categoría más popular fue el deseo de cambiar los hábitos alimenticios (13%), seguida de resoluciones relacionadas con el crecimiento personal (9%) y la salud mental/sueño (5%) como las categorías cuarta y quinta más populares, respectivamente.

La Asociación Americana de Psicología ofrece algunos consejos prácticos para transitar el camino de estas metas sin estresarse.

Paso a paso

Si estás elaborando una lista de prioridades, piensa primero en si realmente podrás ejecutarlas. Por ejemplo, si planeas hacer más ejercicio, no te anotes en un gimnasio costoso para tres sesiones semanales si sabes de antemano que esta rutina será casi imposible de realizar. Comienza por caminar en tu vecindario. Que tu cuerpo se adapte al movimiento y luego, de manera gradual, agrega tiempo de ejercicio.

Un cambio a la vez

Los hábitos que no son buenos no aparecen de un día para el otro: se desarrollan a lo largo del tiempo. Por eso, no se logrará desandar ese camino en un segundo. No se puede resetear la vida en el primer día del nuevo año. Lo ideal es proponerse una meta a la vez, y generar los cambios necesarios con un plan a largo plazo.

Habla sobre tus metas

Muchas personas necesitan verbalizar lo que quieren lograr, para que el desafío se vuelva más real. Habla de tus metas con familiares y amigos que te entiendan, no traten de decirte lo que debes hacer y, sobre todo, no te juzguen. Porque lo habitual es querer bajar unas libras, pero tal vez lo que quieres es un inesperado viaje a Islandia, una ceremonia yoga en la India o comenzar esas clases de teatro que has querido tomar desde que estabas en la escuela secundaria.

Busca apoyo

Muchas veces queremos resolver todo solos. Somos omnipotentes y pensamos que no necesitamos ayuda. Gran parte del tiempo, esto no es cierto. Una oreja amiga, un profesional como un psicólogo, expertos en conectar la mente con el cuerpo; o un consejero, pueden ayudarte a poner las metas y las realidades en perspectiva.

Acepta las altas y bajas

Tentarse con una porción de torta, o perder una sesión de ejercicios porque tenías que entregar un proyecto en el trabajo, no significa que estés fracasando. El camino de las resoluciones no es lineal.

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