Hay una conexión entre la depresión en adolescentes y las redes sociales y los síntomas son mucho más fuertes en las hembras. Los datos provienen de un estudio que evaluó el uso de plataformas como Snapchat e Instagram en chicos de 14 años.
"Hay una diferencia alarmante", dijo Yvonne Kelly, autora principal y profesora de epidemiología y salud pública en el University College London en el Reino Unido. Entre los adolescentes que usaron las redes más de cinco horas al día, el aumento de síntomas de depresión fue del 50% en las niñas, mientras que en los niños fue de 35%, en comparación a aquellos que usan estos medios de una a tres horas.
"Nos sorprendimos bastante cuando vimos las cifras y vimos esos porcentajes brutos, el hecho de que la magnitud de la asociación fue mucho más grande para las niñas que para los niños", afirmó Kelly. Los investigadores también encontraron que las niñas reportaron más uso de redes sociales: el 43.1% dijo que les dedican tres horas o más por día, en comparación con el 21.9% de los niños.
El estudio no exploró una razón específica para la diferencia entre géneros, sino cuatro posibles explicaciones: los hábitos de sueño, las experiencias en línea y el acoso cibernético, qué pensaban de su imagen corporal y si estaban satisfechos con esta y su autoestima. Esos cuatro aspectos, dijo la especialista, se relacionan con el riesgo de tener depresión; específicamente el sueño y el ciberacoso parecían ser los más importantes.
Aunque no se llegó a una conclusión sobre el porqué de la diferencia entre géneros, Kelly se inclina a pensar que todo tiene que ver con el tipo de cosas que hacen las niñas y los niños en línea, es decir, con la naturaleza del uso: "Las chicas tienden a usar cosas como Snapchat o Instagram, que se basan más en la apariencia física, toman fotografías y comentan esas fotografías", dijo.
Otro punto importante que menciona el estudio es que tanto niñas como niños son más propensos a tener problemas de salud mental en medida que usen más las redes sociales, aunque pocas investigaciones han podido explicarlo. Si bien esta investigación mostró una asociación entre el uso de las redes sociales y los síntomas como sentimientos de infelicidad, inquietud o soledad, no probó que estos fueran causa del uso frecuente de las redes o viceversa.
Para llegar a estos hallazgos se analizaron datos de 10,904 niños que nacieron entre 2000 y 2002, procedentes del estudio de la “cohorte del milenio” del Reino Unido. Los autores reconocen que se necesita más investigación para determinar si los adolescentes que tienen síntomas depresivos tienen más probabilidades de usar las redes sociales, en comparación con el uso frecuente de las redes sociales que conduce a estos síntomas.
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