Sarah Murnaghan, la niña de 10 años que con su angustiante caso logró que la Organ Procurement and Transplantation Network (OPTN) cambie las leyes de admisión de trasplante en niños menores de 12 años, ha recibido el milagro de una donación que podría salvar su vida.
La intervención se realizó en el Hospital de Niños de Filadelfia y duró más de seis horas. Debieron reducir los órganos de un donante adulto para adaptarlos a la pequeña, según un comunicado de su familia.
"Estamos muy contentos de compartirles que Sarah está fuera de la cirugía", dice el comunicado. "Los médicos están satisfechos con su progreso, tanto durante el procedimiento como del pronóstico de recuperación."
Bajo pedido del juez del Distrito de Pennsylvania, Michael Baylson, a Sarah se la colocó en la lista de adultos el 5 de junio.
Su madre, Janet Ruddock Murnaghan, dijo: "¡Dios es grande! Se movió la montaña! Sarah recibió la llamada de la donación,". Y añadió: "por favor, oren por Sarah y el donante, su héroe, que le ha dado el don de la vida. ¡Nos sentimos abrumados con las emociones! Gracias a todos ustedes por el apoyo sin fin.¡Dios los bendiga! Hoy es el comienzo de un nuevo principio de Sarah y una nueva vida".
La familia de Sarah se movió rápidamente y sin descanso hasta lograr que a la niña la pusieran en la lista de trasplante de adultos, dadas sus condiciones críticas: padece de fibrosis quística y si no recibía un pulmón en estos días, moriría.
Los donantes de órganos de adultos son más numerosos: sobre 1,700 pulmones disponibles en 2012, sólo 20 provenían de donantes infantiles. En este momento, cerca de 1,700 personas en todo el país están en la lista de espera para recibir una donación de pulmón, entre ellos, 30 niños de 10 años o menos, informa la OPTN.
Hacía más de 18 meses que Sarah esperaba la donación y estaba internada en el Hospital de Niños de Filadelfia esperando recibir el milagro que parece haber llegado.
El senador Pat Toomey de Pennsylvania, quien abogó por el cambio de reglas, también pidió oraciones: "ahora el equipo quirúrgico del Hospital de Niños de Filadelfia le está dando a Sarah una oportunidad en la vida", declaró.
Sin embargo, es una intervención difícil y el pronóstico es duro: casi el 80% de los pacientes con trasplante de pulmón sobreviven el primer año, pero sólo la mitad sobrevive más de cinco años, según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre.
Pero la familia de Sarah tiene grandes esperanzas y mucha fe en Dios.