¿Una niña de 9 años puede ser madre? Una pregunta que trasciende el límite de lo ético y lo biológico. La lógica indica que una niña de nueve años debería estar jugando, no acunando a un bebé.
En toda Latinoamérica, el panorama es alarmante. En la región, “Uno de cada 4 niños, nacen de madres adolescentes, pero si ese embarazo se produce antes de los 15 años, se duplican las posibilidades de morir durante el embarazo, el parto o los 40 días posteriores”, señaló la Organización Mundial de la Salud. 
Puntos clave
Venezuela lidera el ranking sudamericano. De los 591,303 partos registrados durante 2010, 130,888 fueron de menores de 19 años, es decir, un 22,1 % de las cuales 7,778 tenían menos de 15 años, un 5,9%.
En Honduras, el 50 % de los embarazos en menores se origina en violaciones, según un estudio de la Fiscalía de la Niñez. Algo parecido ocurre en El Salvador, donde la mayoría de los alumbramientos adolescentes también está relacionada con la violencia sexual, según las Naciones Unidas. Además, hay una incidencia trágica del suicidio por las causas mencionadas: es la principal causa de muerte entre mujeres de entre 10 y 19 años, según datos de la ONU.
En México, durante 2011, 318 niñas de 10 años reportaron haber tenido un hijo, mientras que sólo en Jalisco, 465 niñas de 10 a 14 años fueron madres, cuatro de ellas eran menores de 10 años, según datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México, basados en información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
En la mayoría de los casos, se debe a violaciones, y muchas de éstas se producen en el entorno familiar cercano. Los embarazos de menores de edad siempre son considerados producto de un abuso sexual, al margen de si hubo o no consentimiento, según el Código Penal de la mayoría de los países, pero muchas veces esto lleva un tiempo de investigación, mientras que las niñas y los recién nacidos quedan expuestos al peligro del mismo entorno donde se generó el problema.
La opinión de los médicos
La Doctora Kimberly Gecsi, ginecóloga y obstetra de Medical Center en Cleveland, declaró: "En una niña, la pelvis puede no estar lista o ser lo suficientemente grande como para dar a luz un bebé", refiriéndose a la posibilidad de tener un parto por vía vaginal o natural.
Otro profesional médico, el Dr. Frederick González, profesor clínico de obstetricia y ginecología de NYU Langone Medical Center, afirma que las madres extremadamente jóvenes también tienen un mayor riesgo de preeclampsia y además sus bebés corren el riesgo de restricción del crecimiento fetal.
Los bebés nacidos de adolescentes tienen una probabilidad de 2 a 6 veces mayor de tener bajo peso al nacer, que aquellos cuyas madres tienen 20 años o más. La prematuridad juega el mayor papel en el bajo peso al nacer, pero el retraso en el crecimiento intrauterino (crecimiento inadecuado del feto durante el embarazo) también es un factor, indica la Biblioteca Nacional de Medicina.
