La Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA) recuerda a los padres que no deben alimentar a los niños menores de 1 año con miel: se sospecha que los chupones con miel sean la causa de casos de botulismo infantil que se registraron en Texas.
La FDA ha recibido reportes de Texas, en EE.UU. de que 4 bebés han sido hospitalizados por botulismo. Éstos habían estado en contacto con chupones (chupetes) con miel. Los productos se compraron en México, pero al parecer, hay opciones similares disponibles también en Estados Unidos.
El botulismo es grave para los bebés
El botulismo es una enfermedad rara pero grave causada por una toxina que ataca los nervios del cuerpo y causa dificultad para respirar, parálisis muscular e incluso la muerte. Esta toxina es producida por Clostridium botulinum y algunas veces por las bacterias de Clostridium butyricum y Clostridium baratii, informa la FDA.
La miel es una fuente conocida de esporas de Clostridium botulinum, que puede multiplicarse en el sistema digestivo inmaduro de un bebé, y se ha implicado anteriormente en algunos casos de botulismo infantil. Por esta razón, la FDA, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomiendan no dar miel a los bebés menores de 12 meses.
Si anteriormente has comprado un chupón lleno o sumergido en miel, debes dejar de usarlo y desecharlo de inmediato, sugiere la FDA. Además, la agencia federal recomienda a los minoristas en línea que descontinúen las ventas de chupetes rellenos de miel.
La miel y el botulismo
El botulismo infantil ocurre principalmente en bebés menores de 6 meses. Se desarrolla cuando un bebé ingiere las esporas de las toxinas presentes en la miel y la bacteria crece en sus intestinos. Las toxinas puede ocasionar la parálisis del tronco, brazos, piernas y el sistema respiratorio. En estas infecciones, los síntomas empiezan poco después de comer los alimentos contaminados, generalmente en el transcurso de 12 a 48 horas.
Los síntomas son: visión doble o borrosa, boca seca, párpados flácidos y dificultades para tragar y hablar.
El origen de las esporas a veces no es fácil de identificar. Es posible que existan en la tierra o en el polvo, y después se transportan por el aire, donde las inhala y traga el niño. La miel es otra posible fuente de esporas que ocasionan el botulismo, informa la Academia Americana de Pediatría (AAP).
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