Después de la pesadilla vivida, Amanda, Georgina y Michelle, comenzarán el duro camino de reconstruir sus vidas. Pero uno de los mayores retos deberá ser enfrentado por la pequeña de 6 años, hija de Amanda y presuntamente, fruto de las violaciones de Raúl Castro, el secuestrador de Cleveland.
La pequeña nació en cautiverio y no conoce otro entorno, se deberá insertar y aprender a vivir en un mundo completamente nuevo para ella, dicen los terapeutas infantiles y especialistas en traumas a largo plazo.
Puntos clave
"Para un niño nacido en esta situación, ese es el único mundo que ha conocido", dijo a NBC News Rona Fields, psicóloga de Washington, DC.
Y agrega que “incluso un mundo abusivo puede parecerle normal a una niña que, según los informes policiales, le fueron negadas las experiencias típicas de su desarrollo, como la escuela, la salud y el tiempo de juego con otros niños”.
"Cuando están expuestos al miedo, las amenazas y la explotación de un padre, esto tiene un impacto psicológico importante en el desarrollo del niño y el sentido de seguridad de sí mismo," dijo Terri Weaver, profesor de psicología en la Universidad de St. Louis especialista en trastorno de estrés post-traumático y violencia familiar.
Aunque reconocen que es una situación difícil, los expertos creen que la niña de 6 años tiene una buena oportunidad de superar la vida traumática que ha vivido, especialmente con la ayuda y apoyo de la familia y de la comunidad, y por supuesto, de una terapia específica e intensiva.
"Estos no son obstáculos insuperables, pero son cosas que deben ser tratadas a través de un largo tiempo, a medida que el niño crece y se inserta en el mundo", dijo Weaver.
¿Cómo saldrán adelante?
La clave para la recuperación podría ser la relación afectiva entre la niña y su madre. Incluso en las peores situaciones, "puede haber una gran cantidad de amor y un vínculo muy fuerte", señaló Terri Weaver.
La niña nacida en cautiverio probablemente tendrá que lidiar con sentimientos encontrados, sobre todo si se comprueba que el captor, Ariel Castro, de 52 años, es su padre.
Los traumas en la niñez temprana plantean cuestiones básicas de identidad, en niños que han sido fruto de una concepción traumática, dijo Weaver.
La otra cuestión importante es la interacción con el resto del mundo: a estos niños se les ha dicho que nunca, nunca deben confiar en la gente del mundo exterior, por eso están absolutamente aterrorizados, señala Weaver.
La buena noticia es que una vez que han sido rescatados, estos niños pueden seguramente ser ayudados, dijo Weaver. “El primer paso es hacer que la niña, su madre y las otras mujeres, se sientan seguras y protegidas”, aseguró.
Y el siguiente paso será el de ayudar a la niña a comprender lo que ha sucedido y responder a todas las preguntas que pueda hacer, concluyó el experto.