Un hombre de raza negra de 40 años de edad –cuya identidad no trascendió- recibió un trasplante de pene de un donante blanco, 17 años después de que perdiera su propio miembro en una circuncisión.
Un equipo de médicos de la Universidad de Stellenbosch y el Hospital Académico de Tygerberg, en Sudáfrica, realizaron el trasplante de pene con éxito, el 21 de abril de 2017.
El receptor planea los médicos que desea que su miembro sea tatuado para que el color sea similar al resto de su cuerpo. El tatuaje médico comúnmente oscurece las imperfecciones de la piel –en casos como el vitiligo – y se utilizan pigmentos de color piel.
“La discrepancia de color entre el receptor y el órgano donante será corregida con tatuajes médicos entre 6 y 8 meses después de la operación" dijeron los médicos sudafricanos en un comunicado.
El hombre de 40 años de edad es la tercera persona en el mundo que recibe un trasplante de pene, en una cirugía que duró nueve horas.
“Se espera que el paciente recupere todas las funciones urinarias y reproductivas del pene dentro de los seis meses posteriores al procedimiento” dijo el profesor Andre Van Der Merwe, uno de los médicos que participó en el procedimiento.
Primer trasplante de pene en EE.UU.
Thomas Manning, de 64 años y quien perdió su pene a causa de un cáncer, recibió el miembro de un fallecido, convirtiéndose en el primer hombre con un pene implantado en EE.UU. La compleja cirugía se realizó en el Massachusetts General Hospital, en Boston, los días 8 y 9 de mayo de 2016.
La cirugía duró 15 horas e involucró a un equipo de 30 personas, desde el cirujano principal hasta la persona que trasladó el órgano para ser implantado.
Implantar un pene ajeno es una operación de relojería suiza. Según explicaron los cirujanos de Massachusetts, para que el hombre recupere en un 100 por ciento sus funciones urinarias y sexuales, los vasos sanguíneos, las terminaciones nerviosas y la uretra deben estar alineados y conectados apropiadamente, y la parte externa del pene debe estar alineada con el resto del órgano.
A diferencia de los otros órganos con los que se realizan trasplantes frecuentes, el pene es anatómicamente complicado: la mitad está dentro del cuerpo, la otra mitad fuera, literalmente colgando, no pegado a la piel, explicaron los cirujanos.
También a diferencia de, por ejemplo, el trasplante de riñón o pulmón -cirugías en las que el aspecto del órgano es lo menos importante- en el caso del pene la apariencia estética, externa, es esencial para considerar al procedimiento un éxito. Este trasplante tiene un componente estético extra, que requiere de habilidades quirúrgicas específicas.