E'Layah Faith Pergues, una bebé nacida con 14 semanas antes de tiempo y con un peso de tan sólo 10 onzas, (283 gramos) es uno de los bebés más pequeños del mundo que logra sobrevivir.
Los médicos del Levine Children’s Hospital, del Carolinas Medical Center (foto) no estaban seguros de que se salvaría, nació tan prematuramente y con tan poco peso que no sabían cómo alimentarla.
"Nuestro objetivo desde su nacimiento fue que creciera en la forma más rápida y con la mayor seguridad", dijo el Dr. Andrew Herman, MD, neonatólogo y director médico del Levine Children’s Hospital en un comunicado público. Con el tiempo, fueron combinando fórmula y leche materna para mantenerla saludable.
"Hemos tenido que afinar nuestro enfoque con E'Layah" añadió Herman. "Ahora le estamos alimentando con una combinación de proteínas, grasas, azúcares, electrolitos y vitaminas que le ayudarán a prevenir las infecciones, madurar sus intestinos y acelerar su aumento de peso" agregó.
Los médicos creen que es el bebé sobreviviente más pequeño jamás visto en ese hospital y cariñosamente le apodaron "tater tot" debido a su tamaño diminuto.
La madre de E'Layah, Megan Smith, tuvo un embarazo difícil, padeció dos infartos y sufre de presión arterial alta.
Los médicos le recomendaron reposo absoluto durante un mes, pero luego debió someterse a una cesárea de emergencia después de que los médicos comprobaran que E'Layah había dejado de moverse.
Después de cinco meses, E'Layah finalmente dejó el hospital. Con un peso saludable de 5.7 libras (2,585 kg), "ha superado la mayor parte de los desafíos de un bebé prematuro" dijo su madre en un comunicado difundido por el hospital.
"Ella es una beba muy inquieta", dijo su madre. "Estamos todos muy emocionados de ir a casa. Ha sido un largo viaje y estamos deseando que llegue el siguiente capítulo" declaró.