Los jugos de frutas eran una de las opciones preferidas al comenzar la alimentación complementaria del bebé, a partir de los seis meses. Actualmente, su consumo no se recomienda en niños menores de un año porque está asociado a efectos negativos en la salud.
Tras revisar los altos índices de obesidad y de problemas de la salud dental en los niños, basados en evidencia acumulada en los últimos años, la Academia Americana de Pediatría (AAP, por su sigla en inglés) decidió que lo mejor es restringir el consumo de jugos de frutas durante el primer año de edad. Además, determinaron que estas bebidas no ofrecen beneficios nutritivas en esa etapa del desarrollo y no deben ser parte de su dieta.
"Sabemos que el consumo excesivo de jugo de fruta puede contribuir al aumento de peso y a la formación de caries dentales", explicó Steven A. Abrama, uno de los autores de las nuevas recomendaciones de la AAP. Dijo también que los pediatras tienen que comunicar a las familias cómo lograr un consumo equilibrado de fruta fresca en la dieta del niño.
Las frutas frescas son una mejor opción porque proporcionan fibra dietética y tienen menos azúcar que el jugo. Si el zumo es 100% de fruta, fresco o reconstituido, puede ser parte de la dieta de los niños mayores de un año de edad, siempre y cuando forme parte de una dieta bien equilibrada.
"Los padres pueden pensar que el jugo de fruta es saludable, pero no es un buen sustituto a las frutas frescas y, además, añade más azúcar y calorías", afirmó Melvin B. Heyman otro de los especialistas de la AAP que participó en la revisión. "Pequeñas cantidades con moderación son buenas para los niños mayores, pero absolutamente innecesarias para los niños menores de un año", agregó.
Antes, la organización aconsejaba no ofrecer jugos de frutas a los niños menores de 6 meses, pero ha amplió el periodo de restricción de su consumo durante todo el primer año de vida en 2017.
Lo que recomienda la AAP
- El consumo de jugo debe limitarse a 4 onzas al día para niños de 1 a 3 años de edad. Entre los 4 y 6 años de edad, deben ser de 4 a 6 onzas y de los 7 a los 18 años, 8 onzas o una taza.
- A los niños pequeños no se les debe dar jugo en biberones o en vasos (tacitas) que les permiten llevar la bebida a todas partes. La excesiva exposición a carbohidratos puede producir caries dentales.
- No se les debe dar jugo a los niños a la hora de ir a dormir.
- Se debe aconsejar a los niños que coman frutas enteras y enseñarles sobre sus beneficios, por encima de los jugos. Estos no tienen fibra dietética y pueden contribuir al aumento de peso.
- La lecha materna o la fórmula son suficientes para los bebés, y la leche descremada y el agua son suficientes para los niños mayores.
- Se debe disuadir firmemente a los niños de todas las edades de consumir jugos no pasteurizados.
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