Casi 1,300 niños mueren y 5,790 son tratados por heridas de bala cada año en los Estados Unidos, según un estudio publicado por la American Academy of Pediatrics .
De los 1,300 niños que mueren anualmente por lesiones relacionadas con armas de fuego, el 53% son homicidios, el 38% son suicidios y el 6% son involuntarios. Los niños que están en su adolescencia, varones o de color tienen más probabilidades de ser víctimas mortales.
Los investigadores examinaron los datos nacionales sobre lesiones de armas de fuego fatales a partir de certificados de defunción de la base de datos del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales , de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
En tanto, para las lesiones no fatales por arma de fuego, se examinaron datos de la base de datos del Sistema Nacional de Vigilancia de Lesiones Electrónicas de la Comisión de Seguridad de los Productos de Consumo de los Estados Unidos.
Segunda causa de muerte en niños
Entre las muertes relacionadas con lesiones, las de armas de fuego son la segunda causa principal detrás de provocadas por accidentes automovilísticos, entre niños de 1 a 17 años.
Los niños varones representaron el 82% de todas las muertes por armas de fuego y aproximadamente el 84% de todas las lesiones por arma de fuego no fatales de niños, que fueron médicamente tratadas en el estudio.
Los niños afroamericanos tenían las tasas más altas de homicidio con armas de fuego, y los niños blancos y los nativos americanos tenían las tasas más altas de suicidio con armas de fuego.
Esos patrones de muertes relacionadas con armas de fuego mostraron una fluctuación por estado.
¿Dónde se producen las muertes?
Mientras que los distritos de Columbia y Luisiana tuvieron las tasas más altas de muertes por armas de fuego, varios estados - incluyendo Delaware, Hawai, Maine y New Hampshire - tuvieron 20 o menos muertes, según la investigación.
Las tasas más altas de homicidios se concentraron en el sur, cruzando los estados del medio oeste, Illinois, Missouri, Michigan y Ohio; y en California, Nevada, Connecticut, Maryland y Pennsylvania.
Para los suicidios, que fueron calculados sólo para niños de 10 años o más en el estudio, los investigadores encontraron que los incidentes estaban muy dispersos en todo el país. Sin embargo, investigaciones separadas han encontrado que las tasas de suicidio por armas de fuego son desproporcionadamente más altas en las zonas rurales que en las urbanas.
En general, los investigadores encontraron que los niños mayores, entre los 13 a 17 años, tenían una tasa de lesiones fatales de armas de fuego 12 veces más alta que la tasa para niños menores de 12 años.
Un dato importante es que aunque entre 2002 y 2007 los homicidios con armas de fuego de niños aumentaron significativamente, disminuyeron significativamente en el período entre 2007 y 2014.
Esta es una tendencia muy alentadora, señalan los investigadores y destacan que, basados en la evidencia, existen muchos programas y políticas que se han encontrado eficaces para prevenir la violencia juvenil, incluyendo los homicidios juveniles.