La soledad puede ser más mortal que la obesidad

La soledad y el aislamiento social pueden representar un mayor peligro para la salud pública que la obesidad, y su impacto ha estado creciendo en los últimos años, según un estudio presentado en la 125a Convención Anual de la Asociación Americana de Psicología (APA).

Se calcula que alrededor de 42.6 millones de adultos mayores de 45 años en los Estados Unidos sufren de soledad crónica, según la investigación sobre soledad de AARP, una organización que atiende las necesidades de personas mayores de 50 años.

Alrededor de 42.6 millones de adultos mayores de 45 años en los EE.UU. sufren de soledad crónica | Foto: ISTOCK

Además, los datos más recientes del censo de los EE.UU. muestran que más de la cuarta parte de la población vive sola, más de la mitad de la población no está casada y, desde el censo anterior, las tasas de matrimonio y el número de hijos por hogar han disminuido.

"Estas tendencias sugieren que los estadounidenses se están volviendo socialmente menos conectados y experimentando más soledad", señaló Julianne Holt-Lunstad, PhD, autora principal del estudio y profesora de psicología en la Universidad Brigham Young.

Aislamiento social

Los investigadores examinaron 218 estudios sobre los efectos en la salud del aislamiento social y la soledad de casi cuatro millones de personas en los Estados Unidos, pero también de Europa, Asia y Australia. Descubrieron que las personas solitarias tenían un 50 por ciento mayor riesgo de muerte prematura, en comparación con aquellos con buenas conexiones sociales. En contraste, la obesidad aumenta en alrededor de un 30 por ciento la probabilidad de morir antes de los 70 años de edad.

"Hay pruebas sólidas de que el aislamiento social y la soledad aumentan significativamente el riesgo de mortalidad prematura, y la magnitud del riesgo supera la de muchos indicadores de salud", destacó Holt-Lunstad. "Muchas naciones alrededor del mundo ahora sugieren que estamos enfrentando una 'epidemia de soledad'. El reto que enfrentamos ahora es lo que se puede hacer al respecto ", agregó.

 Investigaciones anteriores

Dos estudios anteriores ya había sugerido que vivir solo o sentir soledad pueden aumentar el riesgo de morir de enfermedad cardíaca o de otra causa.

En un un primer estudio, las personas con enfermedad cardíaca que vivían solas eran más propensas a morir que sus contrapartes que no vivían solas. Un segundo estudio mostró que las personas a partir de los 60 años de edad estaban en mayor riesgo de declive funcional y/o muerte si se sentían ignoradas, aisladas o reportaban una falta de compañía. Ambos estudios fueron publicados en la revista Archives of Internal Medicine.

 Prevención

Los investigadores destacaron que se debe dar mayor prioridad a la formación de habilidades sociales, por ejemplo, para los niños en las escuelas,  mientras que los médicos deben ser alentados a incluir temas sobre la conexión social en el examen de rutina.

Dentro de las comunidades también se deben asegurar que existan suficientes espacios sociales que estimulen la reunión y la interacción, tales como centros recreativos y jardines comunitarios.