Aunque el consumo de alcohol puede ser perjudicial para personas de todas las edades, los adultos mayores corren con más riesgo.
Esto se debe a los cambios fisiológicos y morfológicos que trae consigo la edad, que, entre otras cosas, afectan la metabolización del alcohol y reducen la tolerancia a las bebidas que lo contienen. Aquí repasamos sus principales consecuencias para la salud.
Una bebida alcohólica es toda aquella que en su composición se presenta etanol, también conocido como alcohol etílico.
Este puede encontrarse de forma natural o adquirida, lo importante es que sea igual o superior al 1% del volumen de la bebida. Las bebidas alcohólicas pueden diferenciarse en:
- Fermentadas: cerveza, vino o sidra, entre otras.
- Destiladas: whisky, coñac, vodka, ron o ginebra, entre otras.
El consumo recomendado de bebidas alcohólicas es hasta 2 tragos diarios para los hombres y 1 para las mujeres. Un trago equivale aproximadamente a un vaso de cerveza, una copa de vino o una medida de bebida destilada.
La diferencia entre sexos parte de que los hombres poseen más agua en el cuerpo, por lo tanto, si bebieran la misma cantidad, la concentración de alcohol en sangre para la mujer tendería a ser mayor.
Efectos del alcohol
El alcohol es una droga legal, de fácil acceso, socialmente aceptada y que actúa como depresor del sistema nervioso central. Esto significa que puede:
- Alterar la visión.
- Reducir la audición.
- Afectar el juicio.
- Inhibir la capacidad de equilibrio.
- Retrasar el tiempo de reacción.
Además, beber mucho alcohol durante largos períodos de tiempo puede traer serios problemas:
- Aumentar el riesgo de cáncer, daño hepático, trastornos del sistema inmunitario y daños cerebrales.
- Causar olvidos y confusión.
- Dificultar que los médicos identifiquen y traten problemas médicos. Por ejemplo, el alcohol causa cambios en el corazón y en los vasos sanguíneos que pueden opacar el dolor que podría ser una señal de advertencia de un ataque al corazón.
- Empeorar afecciones como derrame cerebral, diabetes, hipertensión, osteoporosis, pérdida de memoria, trastornos del estado de ánimo o úlceras.
Cómo afecta a los adultos mayores
Las consecuencias antes detalladas pueden ser más comunes o graves en los adultos mayores que en los jóvenes, debido a que tienen una menor tolerancia a las bebidas alcohólicas.
¿El motivo? Cuando bebemos el alcohol pasa inmediatamente a la sangre, donde es transportado hacia el hígado, el cual libera enzimas para metabolizarlo y eliminarlo.
Si el hígado no funciona correctamente, algo más común entre los adultos mayores que en los jóvenes, el proceso de purificación será menor y el organismo sufrirá deshidratación.
Los adultos mayores también suelen tener menos cantidad de agua en el organismo, por lo que tienden a tener una mayor concentración de alcohol en la sangre cuando beben en comparación a los más jóvenes.
El alcohol es un factor responsable en 30% de los suicidios, 40% de los choques automovilísticos y quemaduras, 50% de los ahogos y homicidios, y 60% de las caídas, según informan los Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA).
En los adultos mayores, demasiado alcohol también puede provocar problemas de equilibrio y caídas, lo cual puede ocasionar fracturas de cadera o brazo y otras lesiones, advierte el NIA.
Esto se debe a que las adultos mayores tienen huesos más delgados que los jóvenes, por lo que se quiebran con mayor facilidad. Existe evidencia que demuestra que la tasa de fracturas de cadera en adultos mayores aumenta con el consumo de alcohol.
Aunque las personas de todas las edades que beben y conducen tienen un mayor riesgo de tener accidentes de tránsito y problemas relacionados, en comparación con aquellos que no beben, en los adultos mayores este problema es aún mayor.
Beber hace que los tiempos de reacción y la coordinación sean más lentos e interfiere con el movimiento de los ojos y el procesamiento de la información (funciones que ya se encuentran limitadas en las personas mayores).
Los conductores mayores también tienden a sufrir mayores daños tras sufrir un accidente de tránsito, debido a la fragilidad de sus huesos y articulaciones, y debilidad muscular.
Otro problema derivado del abuso de alcohol es la tensión en las relaciones con familiares, amistades o conocidos.
Si sientes que el alcohol está controlando tu vida o la de alguien cercano, no dudes en buscar ayuda profesional de inmediato. Nunca es demasiado tardes y cuánto antes inicien los tratamientos, más probabilidades hay de reducir las consecuencias del abuso de alcohol.
Fuentes consultadas: Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional sobre el Envejecimiento.