Se sabe que llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio y no tener adicciones son factores que alargan la vida, pero hasta ahora, nadie había ahondado en la personalidad de los centenarios.
Un nuevo estudio echa luz sobre esos detalles a los que nadie ha prestado demasiada atención, y ha llegado a sorprendentes conclusiones.
Tener una visión positiva, determinación para continuar, y mantenerse siempre ocupados bajo un propósito, también podrían ser claves para una vida larga, sugieren los científicos.
El amor a la propia familia, una fuerte ética de trabajo y la fe religiosa también fueron factores determinantes en las personas que llegan a vivir muchos años.
La fórmula de la longevidad
La investigación, realizada por la Universidad de Roma y la Universidad de California en San Diego (UCSD) halló que una gran autoconfianza y las habilidades para tomar decisiones en el grupo muy antiguo, influyen fuertemente en la esperanza de vida.
Los investigadores estudiaron a 29 personas de edades comprendidas entre 91 y 101 años, habitantes de aldeas en Cilento, Italia, y como era de esperar, tenían una peor salud física que sus familiares de 51 a 75 años. Pero cuando se analizó la salud mental, se descubrió que los ancianos estaban en mejor forma que sus parientes más jóvenes, lo que sugiere que el paso de los años brinda una mayor sensación de bienestar.
La autora principal, Anna Scelzo dijo: "El amor del grupo por su tierra es un punto en común y les da un propósito en la vida. La mayoría de ellos todavía están trabajando en sus hogares y en la tierra. Ellos piensan: 'Esta es mi vida y no voy a renunciar a ella'.
En el estudio, se halló que este grupo tendía a ser dominante, obstinado y necesitaba un sentido de control, lo que puede ser un rasgo deseable, ya que estas personas son fieles a sus convicciones y se preocupan poco por lo que otros piensan.
Historias de vida
Los investigadores evaluaron la salud mental y física, y también entrevistaron a los participantes para obtener sus historias de vida. Los temas incluyeron eventos traumáticos, migración y creencias.
Entre los entrevistados había un hombre muy anciano que había perdido a quien había sido su esposa durante 70 años y se había sentido vacío después de su pérdida un mes antes. Pero luego se repuso. Él dijo: “Gracias a mis hijos, ahora me estoy recuperando y me siento mucho mejor. Tengo 4 hijos, 10 nietos y 9 bisnietos. He peleado toda mi vida y siempre estoy listo para los cambios. Creo que los cambios dan vida y oportunidades para crecer".
Un nonagenario reflexionó: “Siempre estoy pensando lo mejor. Siempre hay una solución en la vida. Esto es lo que mi padre me enseñó: siempre enfrentar dificultades y esperar lo mejor".
En el estudio, publicado en International Psychogeriatrics, se citan las frases más ricas, verdaderas lecciones de vida de ancianos con una larga vida. "Siempre estoy activo. No sé qué es el estrés. La vida es lo que es y debe enfrentarse... siempre" son algunas de las confesiones.
Los años, un capital de vida
El Dr. Dilip Jeste, profesor de psiquiatría en la UCSD, dijo a Dailymail: "Los principales temas que surgieron de nuestro estudio, y parecen ser las características únicas asociadas con una mejor salud mental de esta población rural, fueron la actitud positiva, la ética de trabajo, la obstinación y un fuerte vínculo con la familia, la religión y la tierra".
El Dr. Jeste cree que "Esta paradoja del envejecimiento respalda la noción de que el bienestar y la sabiduría aumentan con el paso del tiempo, a pesar de que la salud física disminuye”.
"Estudiar las estrategias de individuos excepcionalmente longevos y con vida sana, que no sólo sobreviven sino que también prosperan, mejora nuestra comprensión de la salud y las capacidades funcionales en todos los grupos de edad" concluyó Jeste.