Robin Gibb, el cantante británico de 62 años, quien fuera una de las voces de los legendarios Bee Gees, fue diagnosticado con cáncer de hígado a principios de 2011, pero ahora su condición es cada vez más grave.
En febrero de este año, Robin aseguró que la evolución de su salud era "espectacular" y que se estaba recuperando del cáncer que padece, pero ahora ha tenido nueva cirugía intestinal, según el último comunicado dado a conocer en los medios de comunicación británicos.
Puntos clave
La operación, sumada a su frágil estado de salud, han obligado a la legendaria estrella pop a suspender momentáneamente todas sus actuaciones.
"El domingo 25 de marzo, Robin Gibb experimentó una nueva cirugía intestinal", indica el comunicado. "Actualmente se está recuperando en un hospital y por lo tanto, por el momento, todos los compromisos existentes en la obra “The Titanic Requiem” han tenido que ser canceladas."
El músico tenía previsto asistir a la función de estreno de "The Titanic Requiem" en la Filarmónica Real de Londres el 10 de abril, donde interpretaría una nueva canción, "Don't Cry Alone".
Se trata de una obra clásica escrita por Robin junto a su hijo Robin-John y se dará a conocer para conmemorar el centenario del hundimiento del crucero de lujo, el 15 de abril de 1912.
La especulación de los medios acerca de que la salud de Gibb ha empeorado, surge en los últimos meses por su rostro delgado en extremo y su frágil apariencia, aunque él mismo aseguró sentirse fantástico.
Robin Gibb brilló con la música disco en la década del 80, y junto a sus hermanos vendió más de 200 millones de discos en todo el mundo.
Sus otros hermanos, Andy Gibb y Maurice Gibb fallecieron en 1988 y 2003, respectivamente.