A través del programa Today, de la cadena NBC, el abogado de Bradley Mannig, de 25 años, dio a conocer su petición de llegar a ser mujer mediante la terapia hormonal.
“Teniendo en cuenta cómo me siento y cómo me he sentido desde mi niñez, quiero comenzar una terapia hormonal lo antes posible”, se lee en el comunicado. “Les pido también que, desde hoy, se refieran a mí con mi nuevo nombre y usen el pronombre femenino”, añade el texto que firma Chelsea E. Manning.
Puntos clave
Para comenzar a entender este tema primero hay que conocer lo que es la disforia de género. De acuerdo con el sexólogo David Barrios, es el término adecuado con el que se designa a las personas que tienen una discordancia entre su identidad de género (convicción de pertenecer al género masculino o masculino) y el sexo biológico con el que nacieron.
Según explica Barrios “se han revisado factores socioparentales, influencia familiar de mamá y papá, presencia o no de una figura significativa en casa, se han examinado factores hormonales después del nacimiento y se ha descartado todo ello como factor casual de la condición transexual”.
Muchas personas, al no encontrar una concordancia entre su cuerpo y mente, sufren serios problemas. “Entran en el camino de las drogas, se suicidan, otros se deprimen, tienen trastornos de ansiedad”, comenta el psiquiatra Jorge Legorreta.
Es por esto, que los pacientes transgénero, que sería la condición de Manning, recurren a tratamientos de hormonación, y en algunos casos a la cirugía para encontrar la concordancia entre sus pensamientos y lo que ven frente al espejo.
En el caso de los hombres transgénero (cambio de mujer a hombre) se suministran andrógenos, que producen ciertos efectos en el organismo como voz grave, aumento de pilosidad facial y corporal, disminuye el volumen de las caderas, desaparece la menstruación, se genera la vulnerabilidad a la calvicie y aumenta la tonicidad muscular.
Por otro lado, en el caso de las mujeres trans (cambio de hombre a mujer) como sucede con Manning, el tratamiento contempla administración de hormonas femeninas como los estrógenos, los cuales ayudarán a producir resultados como distribución de grasa, crecimiento de senos, así como cambios en el estado de ánimo, según explica la WPATH (World Professional Association for Transgender Health).
El doctor Ricardo Espino Jara, quien es endocrinólogo de la Clínica Condesa de la Ciudad de México habló sobre los cambios que se presentan gradualmente durante la hormonación.
“Se les explica a los pacientes algunos efectos que son irreversibles inicialmente, sobre todo con el uso de estrógenos, éstos se presentan tras 6 meses de tratamiento o un año y va relacionado con la fertilidad: desaparición de las erecciones, va disminuyendo el volumen testicular y por ende la producción de semen de tal manera que hay cierto grado de infertilidad”, detalló.
En el caso que Manning deseara llegar a la cirugía de reasignación sexo-genérica (crs), nombre como se le conoce técnicamente a la operación de cambio de sexo, tendrá que pasar por el protocolo de la WPATH que dura tres años aproximadamente en donde el paciente deberá vivir públicamente en el rol deseado y continuar recibiendo hormonación para finalmente entrar al quirófano, todo esto bajo el consentimiento de un sexólogo o terapeuta.
Una vez que el paciente entra a la sala de operación, se aplica el procedimiento llamado faloplastía, que consiste, según la WPATH, en extirpar los testículos para construir una vulva y una vagina. Se aprovechan los tejidos pélvicos y se invierte el tejido que cubre al pene, colocándolo al interior de la nueva vagina y se conservan sus terminaciones nerviosas. Con la piel del escroto se elaboran los labios mayores para así permitir la penetración vaginal y por consiguiente, el orgasmo.
Cambiar de sexo no es fácil
Para llegar a tomar una decisión en torno al cambio de sexo lo primero que hay que hacer es consultar a los especialistas, quienes determinarán si la persona es candidata para llevar el proceso o no.
“Lo que hacemos los profesionales es descartar que haya alguna alteración en la esfera mental, por ejemplo, algún problema psicótico”, comenta David Barrios. "Lo primero que tengo que certificar es que la persona estrictamente está en una base de realidad porque una persona podría decirme que es Napoleón Bonaparte”.
Esta no es la primera ocasión que un miembro del ejército opta por cambiar de género. En 1952 George Jorgensen, ex militar estadounidense, decidió hacerse la reasignación sexogenérica, lo que atrajo la atención de todos los medios de comunicación ya que fue considerado como el primer caso de este tipo en todo el mundo.
Otra historia similar fue la de Chris Beck, ex miembro de las fuerzas de élite de EU, Navy Seal, quien se retiró unos meses antes de la invasión al complejo donde falleció Osama bin Laden en mayo de 2011.
Kristen Beck, como ahora se hace llamar, escribió un libro acerca de sus 20 años de servicio y el cambio de sexo al que se sometió después de su retiro. “Chris realmente quería ser una niña, se sentía como tal”, comentó a la cadena de noticias ABC Anne Speckhard, escritora que auxilió a Beck a hacer su libro.
El caso de la tenista Renee Richards también figura en la lista de personas que cambiaron su sexo. Richards se popularizó tras ser rechazada del Abierto de Tenis de EU debido a que se había inscrito en la categoría de damas cuando originalmente había nacido como varón. Tras llevar su caso a la corte finalmente fueron reconocidos sus derechos y hasta disputó una final en 1977.