Desde que tenía 13 años, el modelo bosnio Andrej Pejic comenzó a sentirse preocupado por su sexualidad. Él aseguraba que, aunque tenía el cuerpo de un hombre, internamente pensaba y sentía como una mujer.
El chico, quien debutó en 2011 modelando prendas masculinas bajo prestigiosas firmas como Marc Jacobs y Jean Paul Gaultier, inició todo un proceso conocido como reasignación sexual”, en donde destacó una intervención quirúrgica para cambiar de sexo.
En una entrevista que concedió a la revista People, lo confesó. “Quiero compartir mi historia con el mundo porque creo que tengo cierta responsabilidad social. Espero que al hablar abiertamente de esto, deje de causar tanta polémica”.
Ahora, con el nombre de Andreja Pejic, la modelo asegura sentirse a gusto con su cuerpo.
“Me sentí feliz de que el momento llegara, tan feliz como se puede estar antes de una cirugía. Cada día es como una nueva revelación. Me siento más cómoda que nunca. Me siento al cien por ciento”, compartió.
Y aunque a muchos este tipo de casos les suene sumamente extraño, existe una explicación científica.
Para comprender este tema primero hay que conocer lo que es la disforia de género, que en palabras del sexólogo David Barrios es el término para designar a las personas que tienen discordancia entre su identidad de género (una convicción de pertenecer al género masculino o femenino) y el sexo biológico con el que nacieron.
El origen
De acuerdo con Barrios, “se han revisado factores socioparentales, influencia familiar de mamá y papá, presencia o no de una figura significativa en casa, se han examinado factores hormonales después del nacimiento y se han descartado todo ellos como factor o causa de la condición transexual”.
Uno de los objetivos de estas personas es llegar a obtener una concordancia entre su cuerpo y mente, por lo que algunos pacientes recurren a tratamientos de hormonación, y a la cirugía quirúrgica.
En el caso de Pejic, una mujer trans que nació con el sexo masculino, el tratamiento considera la administración de hormonas femeninas como los estrógenos, los cuales ayudarán a producir resultados como distribución de grasa, crecimiento de senos, así como cambios en el estado de ánimo, según explica la WPATH (World Professional Association for Transgender Health).
Para llegar a la cirugía, se requiere de un largo proceso, el cual es conocido como el protocolo de la WPATH que tiene una duración de tres años en promedio y contempla una serie de análisis en donde se compruebe que el paciente en verdad vive públicamente con el rol deseado bajo hormonación.
Sin embargo, el camino no es fácil. Este tipo de personas pueden pasar por difíciles momentos en la búsqueda de la concordancia mencionada. De acuerdo con el psiquiatra Jorge Legorreta, “entran en el camino de las drogas, se suicidan, otros se deprimen y tienen trastornos de ansiedad”.
El ejemplo de Andreja, no es el único que ha llamado la atención de los medios. Historias como la del soldado estadounidense Bradley Manning, quien se hizo popular por filtrar documentos confidenciales o el caso de Carmen Herrera, otra modelo, también han pasado por el polémico cambio de sexo..