La presencia de un tumor en el ovario siempre será algo preocupante para las pacientes, el hecho de sentir una tumoración en región abdominopélvica.
O el simple hecho de que sea un hallazgo ultrasonográfico puede causar mucha tensión y preocupación en las pacientes ya que no saben si es algo benigno o maligno o si requiere únicamente manejo hormonal o quirúrgico.
Una mujer con sospecha de un quiste ovárico siempre debe ser motivo de protocolo de estudio por parte del personal Médico, a continuación hablaremos de las formas más frecuentes de presentación y en qué consiste su abordaje en general.
Los tumores ováricos son la tercera enfermedad ginecológica más frecuente, se da en mujeres que van de los 20-45 años de edad, sin embargo de presentarse poco antes o después de la menopausia su estudio implica descartar la formación de una tumoración de origen maligno, lo que es mucho más frecuente en edades avanzadas.
Debes saber que las variantes de dichas tumoraciones incluyen características de las mismas y que sólo son distinguibles a través del ultrasonido y confirmables gracias a una biopsia del tejido.
Los tipos de tumoraciones pueden ser benignos o malignos, de contenido sólido o líquido entre muchas otras características.
Los factores de riesgo que comparten las mujeres más susceptibles a padecer de esto son: primera menstruación antes de los 11 años, menopausia después de los 51 años, no haberse embarazado, uso de anticonceptivos hormonales, e historia de alguna familiar directa con alguna enfermedad ovárica.
Debido a las múltiples variantes de tumores de ovario que existen la sintomatología es igual de diversa; una mujer puede cursar sin síntoma característico alguno hasta:
-Crecimiento lento del abdomen
-Periodos de estreñimiento y distensión abdominal
-Dolor abdominal súbito
-Rotura y hemorragia
-Sangrado Uterino Anormal
-Alteraciones hormonales
-Alteraciones electrolíticas
Como te menciono, es difícil el diagnóstico en etapas tempranas debido a la escasez de síntomas que pueden presentarse y que fácilmente se confunden con algunas otras enfermedades.
Ten en cuenta que 7-8 de cada 10 tumores de ovario son de origen benigno.
Al tener alguna sintomatología de sospecha y después de realizar una historia clínica completa el Ginecólogo solicitará un Ultrasonido abdominal o transvaginal para determinar las características del tumor así como estudios de sangre y dependiendo el diagnóstico el tratamiento puede ser expectante, con medicamentos o incluso quirúrgico a través de laparoscopía o cirugía abierta.
Siempre es importante recordar que cada paciente debe ser abordada por el Ginecólogo de manera individual y con los estudios necesarios y completos para poder dar un diagnóstico, abordaje y tratamiento ideales y así promover para la paciente el mejor pronóstico posible.