Las mujeres que inician la terapia hormonal alrededor del principio de la menopausia podrían tener un riesgo más bajo de contraer una enfermedad cardiaca, sugiere una investigación reciente.
El estudio de más de 74,000 mujeres suecas encontró que las que comenzaban la terapia hormonal en un plazo de cinco años tras el inicio de la menopausia en general permanecían libres de las enfermedades cardiacas más tiempo que las no usuarias. Al contrario, las mujeres que iniciaron la terapia hormonal más tarde mostraron un aumento en su riesgo de enfermedad cardiaca.
"Esto concuerda con lo que varios estudios han mostrado", dijo la Dra. Sonia Tolani, del Centro de Salud Cardiovascular de las Mujeres del Hospital Presbiteriano de Nueva York, en la ciudad de Nueva York.
"Parece haber una relación entre el momento en que se realiza la terapia hormonal y el riesgo de enfermedad cardiaca", señaló Tolani, que no participó en el estudio.
Pero enfatizó que eso no significa que las mujeres deban usar hormonas de forma rutinaria al inicio de la menopausia. Por un lado, estudios como este último no prueban que la terapia hormonal temprana en sí reduzca el riesgo de enfermedad cardiaca. Solo pueden mostrar una asociación entre esos factores.
Y durante más de una década, los expertos han recomendado un uso limitado de la terapia hormonal, según el Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento (NIA) de EE. UU. La terapia hormonal por lo general se considera una opción solo para las mujeres con unos síntomas menopáusicos más graves, anotó el NIA.
"No se debe usar para prevenir la enfermedad cardiaca", dijo Tolani.
Los hallazgos se presentaron el miércoles en la reunión anual de la Sociedad Norteamericana de la Menopausia (North American Menopause Society), en Las Vegas. Los resultados de estudios presentados en reuniones generalmente se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.
Hubo un tiempo en que a las mujeres menopáusicas se les recetaba terapia hormonal rutinariamente para ayudar a evitar la enfermedad cardiaca. Todo eso cambió en 2002, cuando unos investigadores reportaron los hallazgos de la Iniciativa de salud de las mujeres (WHI), un ensayo clínico de gran tamaño en EE. UU. que evaluó la terapia hormonal en comparación con un placebo.
Al contrario de lo que todos esperaban, el ensayo encontró que las hormonas (estrógeno más progesterona) aumentaban el riesgo de las mujeres de coágulos sanguíneos, ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares y cáncer de mama. Como resultado, las recetas de la terapia hormonal menopáusica cayeron en picado.
Pero muchas mujeres del WHI habían pasado la menopausia hacía tiempo, ya que tenían una edad promedio de 60 años. Y desde entonces, varios estudios han sugerido que la terapia hormonal es más segura para las mujeres más jóvenes, y que incluso podría reducir sus riegos de enfermedad cardiaca, explicó Tolani. Los nuevos hallazgos amplían esa evidencia, aseguró.
En el estudio, unos investigadores dirigidos por el Dr. Germán Carrasquilla, del Instituto Karolinska de Estocolmo, combinaron los resultados de cinco estudios suecos. Los estudios comenzaron entre 1991 y 2006. Contaban con información sobre casi 75,000 mujeres, a quienes se dio un seguimiento durante hasta 23 años.
En ese periodo, más de 4,700 mujeres contrajeron una enfermedad cardiaca, o murieron por causa de una. Pero en comparación con las mujeres que nunca habían usado la terapia hormonal, las que la iniciaron en un plazo de cinco años tras sus primeros síntomas de menopausia permanecieron libres de enfermedad cardiaca durante más tiempo: un promedio de 1.3 años, según el estudio.
Esa ventaja se observó incluso cuando los investigadores tomaron en cuenta otros factores importantes, como la edad, el nivel educativo, los hábitos de fumar, el peso y la hipertensión. Pero el estudio no puede probar que las hormonas sean las responsables, apuntó Tolani. "Esto no cambiará la práctica", dijo.
Carrasquilla se mostró de acuerdo, y enfatizó que el estudio solo observó el riesgo de enfermedad cardiaca. Dijo que se necesita más investigación para ver cómo el momento en que se administra la terapia hormonal afecta el riesgo de las mujeres de accidente cerebrovascular, coágulos sanguíneos y cáncer de mama.
Pero los hallazgos podrían ayudar a consolar a las mujeres que tienen síntomas menopáusicos graves, que podrían beneficiarse de la terapia hormonal, planteó Tolani.
"Hay mujeres que sufren sofocos terribles, y eso por lo general sucede a principios de la menopausia", dijo. "La evidencia sugiere que si usan hormonas por poco tiempo, es probable que su riesgo de enfermedad cardiaca coronaria no aumente".
¿Por qué podría importar el momento en que se administre la terapia hormonal? Carrasquilla dijo que la investigación con animales ha mostrado que la terapia hormonal temprana ayuda a prevenir la acumulación de placas que obstruyen las arterias, mientras que la terapia más tardía no lo hace.
Tolani comentó que la teoría es que las mujeres más jóvenes pueden aprovechar los efectos protectores de la terapia hormonal, que incluyen reducir el colesterol "malo". Pero las hormonas también pueden crear inflamación, anotó. Y las mujeres de edad más avanzada son más propensas a tener ya placas que obstruyan las arterias, que podrían empeorar o romperse si hay una inflamación añadida en los vasos sanguíneos, advirtió.