también confiesa sus tendencias masoquistas en la cama y las relaciona con sus traumas de la infancia.
Palabras calientes
"Me encanta la forma como huele / Palos y piedras / Pueden romper mis huesos / Pero los látigos y las cadenas / Me excitan'. Esta es la traducción del estribillo de una de las canciones de la cantante de Barbados Robyn Rihanna Fenty, conocida como Rihanna.
Provocativa y sensual como siempre, esta caribeña de 23 años confesó en la polémica entrevista que le parece muy sensual y excitante hacer el papel de sumisa y tener un macho al lado que tome control de la situación.
Puntos clave
"Me gusta que me azoten y me aten, es divertido", explica la joven pelirroja, quien para explicar su situación recurre a su infancia.
“Creo que soy un poco masoquista. No es algo de lo que esté orgullosa, y no me di cuenta hasta hace poco. Creo que es común en la gente que fue testigo de maltratos en su infancia”, explica Rihanna quien asegura que al darse cuenta de que estaba repitiendo ese estilo de relación con su ex novio, el cantante Chris Brown decidió buscar ayuda en un terapeuta.
La cantante también detalla las terribles experiencias que vivió en su niñez, con un padre drogadicto del que recuerda verlo fumar crack cuando ella sólo tenía nueve años. Si bien la cantante intentó realizar terapia psicológica, asegura que abandono al poco tiempo ya que “empecé a sentir que si yo no me entendía, nadie iba a poder ayudarme”.
Una historia infantil que se repite
La relación entre el abuso sexual infantil y una sexualidad traumática en la adultez ha sido ampliamente estudiada y las conclusiones apuntan a demostrar que los niños que han sido víctimas de abuso y violencia sexual en su infancia tienden a establecer relaciones de pareja complicadas y riesgosas desde el punto de vista de la salud como también en relación a la violencia sexual.
En el libro “Desde el abuso sexual infantil a los riesgos sexuales de la adultez”, un equipo interdisciplinario de investigadores asegura que los traumas de la niñez tienden a reproducirse en las relaciones de parejas que esas personas establecen en su adultez.
Los niños expuestos a la violencia de niños aprenden que la violencia puede utilizarse como medio o estrategia para satisfacer sus necesidades. Y esa creencia es la que hay que cambiar.
Un estudio de Universidad de California demostró que existe una relación directa entre las adversidades ocurridas en la niñez y la tendencia a la violencia física existente en las relaciones de pareja entre jóvenes.
Investigadores de la Universidad de Harvard encontraron que entre el 12 y el 20% de las relaciones de pareja entre adolescentes han tenido algún episodio de violencia. La preocupación surge en torno a que esta tendencia en los jóvenes tiende a repetirse en los matrimonios adultos, por lo que es importante un trabajo de prevención y tratamiento a temprana edad.
Según un reporte de la Asociación Americana de Psicología de Estados Unidos una de cada cuatro mujeres y uno de cada 14 hombres han sido atacados físicamente por su pareja en algún momento de su vida.