Las mujeres suelen vivir aproximadamente unos 4 años más que los hombres en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de Salud (OMS).
Esta diferencia, que indica que las mujeres viven más tiempo, suele apreciarse en todos los mamíferos femeninos frente a los masculinos en el reino animal.
Pero, ¿A que se debe este detalle? ¿Cuál es el secreto de esta longevidad diferenciada?
Hasta el momento nadie puede ofrecer con seguridad una respuesta, pero una nueva investigación publicada en Aging Cell por especialistas de la Universidad de California, San Francisco (UCSF), pueden ofrecer una explicación.
Genéticamente, la mayoría de las mujeres tienen dos cromosomas X, y la mayoría de los hombres tienen un cromosoma X y uno Y.
Sin embargo, algunas personas poseen cromosomas adicionales, como XXY, mientras que las mujeres con síndrome de insensibilidad androgénica completa tienen una combinación XY con genitales femeninos.
Los cromosomas X contienen cientos de genes que codifican proteínas, mientras que los cromosomas Y, más pobres en material genético, cargan el gen que determina los rasgos masculinos, como el desarrollo de los testículos o el vello facial. Este gen se denomina “SRY”.
Desde el nuevo estudio, revelaron que el emparejamiento cromosómico XX comprende material genético que puede prolongar la vida útil, pero sólo en presencia de las hormonas femeninas correspondientes que segregan los ovarios.
"Durante mucho tiempo nos hemos preguntado qué causa la longevidad femenina", dice la autora principal, la Dra. Dena Dubal, profesora asociada de neurología en la UCSF.
"Uno puede imaginar que la naturaleza ha impulsado a las hembras a evolucionar de esta manera. Al vivir más tiempo, pueden garantizar el bienestar de su descendencia" agregó.
Cómo dieron con los resultados
En el nuevo estudio, el equipo de investigación trabajó con ratones genéticamente modificados, para que pertenecieran a una de cuatro categorías, y así comprender qué podría darles a las hembras una ventaja en términos de vida útil.
Los grupos eran los siguientes:
- Ratones con cromosomas XX y ovarios desarrollados.
- Ratones con cromosomas XY y testículos desarrollados.
- Ratones con cromosomas XX y testículos desarrollados.
- Ratones con cromosomas XY y ovarios desarrollados.
La Dra Dubal y su equipo pudieron lograr esto al mover el gen SRY del cromosoma Y, a otro cromosoma que no determina el sexo. Esto significaba que los ratones podrían poseerlo, ya sea que heredaran o no el cromosoma Y.
Los investigadores encontraron que todos los ratones con el emparejamiento cromosómico XX tendían a sobrevivir más tiempo que aquellos con cromosomas XY, independientemente de si tenían ovarios o testículos.
Sin embargo, cuando se trataba de disfrutar de una vida útil verdaderamente prolongada, solamente los ratones que tenían cromosomas y ovarios XX lograron experimentarla. Esto quiere decir, que tanto la composición genética como el perfil hormonal, desempeñaron un papel importante para garantizar la longevidad.
"Esto sugiere que las hormonas producidas por las gónadas femeninas aumentan la vida útil en ratones con dos cromosomas X, ya sea influyendo en cómo se desarrolla el ratón o activando ciertas vías biológicas durante sus vidas", explicó la Dra Dubal.
Cuál es la diferencia
Al comparar las características de los conjuntos de ratones femeninos, que tenían pares cromosómicos idénticos pero diferentes conjuntos de gónadas, los investigadores notaron que los ratones XX a los que le habían crecido ovarios vivían más tiempo que sus pares con testículos.
Como referencia tomaron la marca de 21 meses, que representa el tiempo de vida normal en los ratones.
"Para una mayor esperanza de vida, los ratones necesitaban tener ovarios trabajando con XX", dijo la coautora del estudio Iryna Lobach. "Pero, en términos de vivir una vida normal", agregó, "no importaba si tenían ovarios o testículos. Mientras tuvieran XX, escaparon de la muerte temprana durante el envejecimiento".
Dubal señaló "Todavía no comprendemos cómo el segundo cromosoma X disminuye la mortalidad en el envejecimiento".
Sin embargo, algunos mecanismos que los investigadores han estudiado previamente pueden ofrecer algunas pistas. Por ejemplo, en individuos femeninos, un cromosoma X en cada célula se desactiva aleatoriamente.
Esto garantiza que, si el cromosoma X activo se daña, la X inactiva puede intervenir y asumir el control.
Mientras que los investigadores deben investigar esta línea de trabajo y otras más, la Dra Dubal enfatizó que los individuos con dos cromosomas X parecen ser los ganadores de la lotería genética.
"Cuando las cosas van mal en el envejecimiento, tener más del cromosoma X, junto con su diversidad de expresión, podría ser realmente beneficioso", concluyó.
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