Robyn Lawley es una australiana de 25 años dueña de facciones perfectas, y un cuerpo lleno de curvas que no le impiden ser modelo. En estos días declaró estar “muerta de entusiasmo” ya que su imagen estará en la portada de la 6ta. edición de trajes de baño de la iconográfica revista Sports Illustrated, famosa por sus bellas mujeres en bikini.
Tener en su portada a una mujer de talle 12 es un hecho histórico para la revista, y Robyn es la modelo más pulposa que habrá aparecido hasta ahora en sus páginas. La joven lucirá uno de los trajes de baño de su propia colección, que lleva su nombre, cuyos talles van del 10 al 20. 
Lawley afirma que no le gusta fijarse en las etiquetas, y admite no saber si se considera una modelo plus size. “solo me considero una modelo, que trata de ayudar a que las mujeres en general acepten sus cuerpos”, enfatiza.
En la historia de la revista hubo otra modelo plus size: se trata de la estadounidense Crystal Renn (foto abajo), quien estuvo en la portada en 2012… cuando ya tenía algunos talles menos. La joven de 28 años fue descubierta a los 14 por un cazador de talentos, y en aquél momento le dijeron que necesitaba perder al menos un tercio de su peso si quería ser modelo.
Luego pasó por episodios de anorexia nerviosa y un período en el cual subió 70 libras (32 kg) y alcanzó el talle 12. En ese momento sus agentes aprovecharon la oportunidad para hacerla ingresar en el modelaje plus size.
Crystal es autora de un libro donde relata su experiencia con la industria de la moda según los cambios de físico. Con el tiempo fue bajando de peso hasta lograr el talle 8, tras haber hecho caminatas y yoga, según declaró.
Ejemplos como el de Crystal y Robyn se tienen como “casos raros”. Segùn datos publicados en un artículo del journal WWD (Womens Wear Daily), considerado una especie de “biblia” de la moda, en EE.UU. el talle 12 es considerado plus size para la industria, aunque paradójicamente, el talle promedio de las estadounidenses es el 14.
Pero una cosa es tener el talle 14 y otra es usarlo. WWD comenta que los fabricantes y diseñadores encuentran mucha dificultad en entrar en el mercado plus size porque la gente sencillamente no compra la producción.
Los talles XL, 12 o 15 son los últimos en venderse, y muchas clientas directamente no entran en un negocio que exhibe talles grandes. Otro dato curioso es que una mujer que pasa del talle 8 o 10 al 14 o 16 no lo admite, y sueña con bajar de peso y volver a usar la ropa de antes.Tampoco quiere gastar dinero en una prenda elegante que le va quedar grande cuando baje de peso...cosa que muy pocas veces sucede.
Otra dificultad de talles como el 14 es que la adiposidad no se localiza en forma pareja en todos los físicos y es difícil diseñar una prenda adecuada para distintas personas. Pero hay un mercado que sí respeta los talles grandes: el de la ropa interior. Este hecho se conoce como el "fenómeno Oprah”, ya que en el programa televisivo de su conductora se trató el tema de la ropa interior de talle grande y los cambios con el paso de los años.
Durante el show se mencionó que las mujeres más voluptuosas demandan ropa interior cómoda pero sexy y moderna a la vez. Y en este caso los fabricantes recogieron el guante y se fueron adaptando a los nuevos talles, atendiendo dos nuevas realidades: las tasas de obesidad y la moda de las cirugías estéticas de aumento de busto.
En la actualidad, quien usaba un soutien 34B hoy pasó a usar uno 36C, e incluso salieron al mercado tasas con talles mayores, como el D, DD o más, inclusive diseños strapless. En este nicho plus size de la ropa interior, las usuarias demandan ser tratadas como quien usa talles A o B, y exigen modelos con telas atractivas y con buen diseño. En definitiva, buscan vestirse con estilo, comodidad y elegancia. Por el momento, de las puertas para adentro.
