En 2008, la joven británica Rachel Aldana fue objeto de titulares periodísticos cuando se conoció que tenía los senos naturales más grandes del Reino Unido. Entonces de 24 años, debía usar corpiños 40D a pesar que era talla 6. Y el pronóstico era que sus senos seguirían creciendo.
Cuando se piensa en senos grandes, una de las primeras imágenes que viene a la mente es la de implantes. Incluso la industria de la lencería ha hecho del abultamiento de senos un negocio redituable, con decenas de versiones de sostenes con relleno que simulan un tamaño irreal.
Pero millones de mujeres tienen senos grandes porque así lo decidió la biología. Y no siempre es algo placentero. De hecho, Aldana confesó el año de su fugaz fama mediática que sufría de fuertes dolores de espalda, producto del desproporcionado peso de sus senos. Y en una entrevista dijo que gastaba fortunas en sujetadores hechos a medida porque, por el tamaño de sus senos crecientes, se volvió imposible conseguirlos en las tiendas.
La cirugía de reducción de senos es una opción posible para mujeres que padecen de problemas físicos por el tamaño de su parte frontal. En los Estados Unidos, es un procedimiento frecuente: el informe anual 2017 de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos indica que ese año se realizaron 43,635 de estas cirugías.
Las siguientes son respuestas a las preguntas más frecuentes sobre la cirugía de reducción de senos, en base a informes y estudios de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos y de la Clínica Mayo.
¿Qué es la cirugía de reducción de senos?
También conocida como mamoplastia de reducción, es una cirugía que elimina el exceso de grasa mamaria, tejido y piel, para lograr un tamaño de seno más proporcional a la talla de la persona, y para eliminar los problemas físicos o la incomodidad asociadas a los senos prominentes (condición conocida como macromastia).
¿Por qué puede ser necesaria esta cirugía?
Los senos prominentes pueden causar tanto problemas físicos como emocionales. Algunas mujeres no pueden hacer ejercicio o tareas cotidianas, y sufren de fuertes dolores de espalda. No consiguen la ropa que quieren solo por el tamaño de sus senos, o se sienten intimidadas por las miradas que siempre se enfocan abajo del cuello.
Incluso amamantar puede ser una tarea complicada si la mamá tiene senos prominentes (no solo más grandes por el embarazo y la lactancia).
Aunque se considera una cirugía estética porque no hay un diagnóstico médico que explique la causa-efecto del seno grande y la molestia física, muchas mujeres deciden realizarla para, literalmente, sacarse un peso de sus vidas.
¿Quiénes son las candidatas ideales para esta cirugía?
Una candidata ideal sería una mujer sana, que no fuma, que tiene senos que no la hacen sentir bien por el tamaño (afectan su autoestima), o que le impiden tener una vida normal (no puede hacer actividad física, o nadar, o bailar); tiene dolor en la espalda, cuello y hombros por el peso de sus senos, y sufre de irritación en la piel por la misma causa.
¿Cuáles son los riesgos de esta cirugía?
La cirugía de reducción de senos tiene los mismos riesgos que cualquier otra cirugía. Es importante hablar con el cirujano plástico sobre los riesgos, la preparación (exámenes de laboratorio, dieta antes de la cirugía) y el post operatorio para tener un cuadro completo del procedimiento y la recuperación.
Uno de los riesgos habituales es que, luego de la cirugía, los senos no queden exactamente simétricos.
¿Cómo es el procedimiento?
La paciente recibe anestesia general. El cirujano marca las áreas en donde se realizarán incisiones para extraer grasa, tejido y piel. A veces se utiliza liposucción para la extracción de grasa.
El tejido mamario subyacente se reduce, se levanta y se le da forma. Puede ocurrir que, en el caso de senos extremadamente grandes y colgantes, sea necesario extraer el pezón y la areola, y colocarlos en una posición más alta en el seno (esto se llama injerto de pezón libre).
Luego, las suturas se realizan desde el tejido profundo, para sostener la nueva forma del seno. Es importante saber que quedarán heridas de las suturas, que en la mayoría de los casos se vuelven imperceptibles con el paso del tiempo.
¿Cuánto cuesta esta cirugía?
El costo promedio de una cirugía de reducción de senos en 2017 fue de $5,482. Cabe recordar que los costos de esta cirugía pueden incluir: anestesia, hospitalización, medicamentos, prendas especiales que hay que usar durante la recuperación, etc.
¿Los seguros de salud cubren la cirugía de reducción de senos?
Pueden cubrirla, pero no ocurre en todos los casos, y el proceso de autorización puede ser arduo. En general, se necesita una carta del cirujano plástico que explique las razones médicas por las cuales se necesita este procedimiento, y muchas veces esta carta debe acompañarse con fotos de la paciente.
También puede ocurrir que el plan de salud pague parte de los costos, y la paciente deba realizar co pagos. Es muy importante informarse sobre todos los posibles gastos antes de la cirugía, para no recibir cuentas sorpresa. Y eventualmente tener la autorización de la aseguradora en la mano.
Pero el primer paso importante es asegurarse que el médico sea parte de la red de proveedores del plan, y que sea un cirujano plástico certificado, con experiencia en este tipo de procedimientos. Cualquier profesional involucrado en la cirugía que esté fuera de la red implicará más gastos.