Cada vez se suman más y más beneficios al vino: no sólo fortalecería la salud de tu corazón y te ayudaría bajar de peso, sino que incluso mejoraría tu flora intestinal, según lo hallado por investigadores españoles.
"Los polifenoles del vino mantendrían saludables a las bacterias buenas del intestino y propiciarían su reproducción, lo cual tendría varias repercusiones benéficas en la salud", explica la Dra. María Isabel Queipo-Ortuño, del Laboratorio de Investigaciones Biomédicas del Hospital de la Virgen de la Victoria, en España.
Puntos clave
- El vino ayudaría a mejorar la flora intestinal, provocando varios beneficios a la salud.
- Los alimentos probióticos, como el yogur, también mejoran la salud de la flora intestinal.
- Mira cómo el yogur y otros alimentos pueden ayudarte a bajar de peso.
Para el estudio, se dio seguimiento durante 20 días a 10 hombres, a los cuales se les pidió que incluyeran una copa de alcohol cada día en su comida; los participantes fueron divididos en tres grupos: uno tomó vino tinto; otro, vino tinto sin alcohol, y el tercero tomó ginebra.
"Observamos que tanto el vino tinto como el vino tinto sin alcohol mejoraban la flora intestinal, al aumentar la cantidad de bacterias buenas en el intestino; esto no sucedió con la ginebra, por lo que concluimos que en efecto son los polifenoles del vino los que aportan el beneficio", explica la Dra. Queipo-Ortuño.
Sin embargo, los investigadores observaron que los mayores beneficios se obtenían con el vino tinto, el cual no sólo mejoraba la flora intestinal, sino que además reducía la presión arterial, los niveles de colesterol y triglicéridos y la inflamación. “Estos efectos se debían en parte al alcohol y en parte al incremento de bacterias buenas en el intestino”, destaca la Dra. Queipo-Ortuño.
De acuerdo con los especialistas, tener una flora intestinal saludable implicaría, además, otros beneficios como un mejor sistema inmune, mejor digestión y un mejor aprovechamiento de los nutrientes de los alimentos.
Otras formas de incrementar la flora intestinal sería consumiendo probióticos, como yogur o kéfir, así como consumir alimentos prebióticos, como granos enteros, fibra, cereales, frutas y vegetales.