Natural Medicines, empresa de investigación internacional sobre medicina alternativa, refiere que la cebolla se utiliza para el tratamiento de los problemas del corazón y de los vasos sanguíneos, incluyendo el dolor de pecho (angina) y la presión arterial alta; y para prevenir el endurecimiento de las arterias (arteriosclerosis).
La acción de la enzima alinasa, compuesto que se libera cuando cortas o picas la cebolla y responsable de hacernos llorar, sería la que favorece la disminución de los niveles de colesterol malo en la sangre. Además ayuda a adelgazar la sangre, mantiene la elasticidad de las arterias y limpia la grasa de sus paredes evitando que se endurezcan.
Según un estudio del Centro Médico St. Elizabeth de la Universidad Tufts en Boston, Estados Unidos, comer la mitad de una cebolla de tamaño mediano todos los días (amarilla o blanca, cruda o cocida), sería suficiente para disminuir el colesterol “malo” o LDL y elevar drásticamente el colesterol “bueno” o HDL (30% en promedio).
Por su sabor y consistencia, la cebolla es un ingrediente versátil y que puedes incorporar a un sin número de platillos. Se puede comer cruda, cocida o frita. Como acompañamiento, guarnición o parte de una salsa. También puedes preparar sopa, o bien, jugo de cebolla.
Ten presente que tener el colesterol alto aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
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