La apnea del sueño, esa interrupción leve de la respiración al dormir, podría estar detrás de muchos casos que se confunden con la depresión. Hace que las personas se sientan desganadas, sin energía, y hasta tengan pensamientos suicidas.
Una investigación de la Universidad de Australia Occidental sobre 426 pacientes (243 hombres, 183 mujeres) de una edad promedio de 52 años, halló que al recibir una terapia para vencer la apnea del sueño, muchos participantes dejaron atrás su depresión.
Los resultados mostraron que el 73% de las personas con apnea del sueño (213 de 293 pacientes) tenían síntomas depresivos clínicamente acentuados al inicio del estudio. Estos signos eran más agudos si la gravedad de la apnea del sueño era pronunciada.
Pero al ser tratadas con terapia continua de presión positiva (CPAP por su sigla en inglés) durante un promedio de 5 horas o más por noche durante 3 meses, el 96% de las personas dejaron de estar deprimidas.
Los síntomas depresivos significativos permanecieron solamente en el 4% de los pacientes con apnea del sueño que se trataron con el dispositivo CPAP (9 de 228). Y de los 41 pacientes que tenían pensamientos suicidas al inicio y luego recibieron este tratamiento, ninguno informó que persistían sus pensamientos hasta los 3 meses de seguimiento del estudio.
Derrotar a la apnea entonces, los liberó de la depresión.
"El tratamiento efectivo de la apnea obstructiva del sueño se tradujo en una mejora sustancial en los síntomas depresivos, incluyendo la desaparición de las ideas suicidas", dijo el autor principal, Doctor David R. Hillman, de la Universidad de Australia Occidental y Médico del sueño en el Hospital Sir Charles Gairdner en Perth, Australia.
"Los resultados ponen de relieve el potencial de la apnea del sueño, una condición que se puede llegar a diagnosticar como depresión" agregó Hillman.
El estudio se publicó en la edición de septiembre de la revista Journal of Clinical Sleep Medicine.
Según los autores, los resultados destacan la importancia de detectar en personas con síntomas depresivos, la apnea obstructiva del sueño.
Para saber si la apnea del sueño puede estar detrás de un cuadro de depresión, a estos pacientes se les debe pedir información sobre su calidad de sueño: preguntarles si al dormir presentan ronquido habitual, tienen pausas en la respiración, interrupciones del sueño y somnolencia diurna excesiva, los síntomas típicos de la apnea.
Apnea del sueño y dispositivo CPAP
La Academia Americana de Medicina del Sueño informa que la apnea obstructiva del sueño (AOS) es una condición común que afecta al menos a 25 millones de adultos estadounidenses y de no ser tratada, aumenta el riesgo de padecer otros problemas de salud crónicos, como enfermedades cardíacas, presión arterial alta, diabetes tipo 2, e incrementa el riesgo de padecer un derrame cerebral y depresión.
La CPAP, uno de los métodos recomendados para tratar la apnea del sueño, es una máquina que usa una presión de aire leve para mantener abiertas las vías respiratorias y consta de una máscara que se pone sobre la nariz y la boca, un tubo que conecta la máscara a la máquina y un motor que le da impulso.
Además de ciertos cambios en el estilo de vida como adelgazar, dejar de fumar o hacer más ejercicio, la CPAP es una opción recomendada por muchos médicos para tratar la apnea, aunque la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) informa que puede tener efectos secundarios desagradables, tales como congestión nasal, irritación de la piel por la máscara y el elástico y dolores de cabeza. Toma paciencia, perseverancia y se necesita apoyo del médico o terapeuta especializado en problemas del sueño.
Actualmente, no hay medicamentos aprobados por la FDA para tratar la apnea del sueño.
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