Hay varios estudios que relacionan la privación de sueño con el deterioro de la memoria. Una investigación de 2014 del Brigham and Women's Hospital, sobre 15,000 mujeres mayores halló que quienes dormían diariamente 7 horas al día tenían mejor memoria que las que dormían 5 horas o menos, y que las que dormían 9 horas o más.
Otra importante investigación reciente aparecida en Occupational and Environmental Medicine concluyó que el trabajo por turnos puede afectar tanto la memoria como la velocidad de procesamiento.
Y ahora, los científicos encontraron una nueva razón para respetar el sueño reparador de 7/8 horas diarias que recomiendan los expertos.
A través de un estudio publicado en Cortex, hallaron que después de dormir, las personas fueron más propensas a recordar cosas que no podían recordar mientras estaban despiertas. Y en comparación con el estado de vigilia del día, dormir ayudó a rescatar cosas olvidadas, de una manera más fácil.
En dos situaciones en las que los participantes olvidaron la información después de 12 horas de vigilia, una noche de sueño les facilitó el acceso a esos rastros de memoria que inicialmente eran muy débiles como para ser recuperados.
La investigación se realizó trabajando sobre recuerdos de una narración, con palabras nuevas que las personas aprendieron ya sea antes de una noche de sueño, o en un periodo equivalente a la vigilia. Se les pidió que recordaran las palabras inmediatamente después de haberlas escuchado, y luego después de dormir. Las diferencias que hallaron fueron notables y contundentes: los participantes siempre recordaron mejor después de dormir bien.
Relación entre el sueño y la memoria
Nicolas Dumay, psicólogo experimental de la Universidad de Exeter y científico honorario del Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje (BCBL), en España y líder del estudio explicó: "El sueño casi duplica las posibilidades de recordar el material previamente olvidado. El impulso después de dormir en la accesibilidad de la memoria, puede indicar que algunos recuerdos se agudizan durante la noche. Esto apoya la idea de que, durante el sueño, ensayamos activamente información marcada como importante, aunque se necesita más investigación sobre el significado funcional de este ensayo”.
El Dr. Dumay cree que el impulso de la memoria viene del hipocampo, una estructura interna del lóbulo temporal que ayuda a descomprimir episodios recientemente codificados y a reproducirlos en las regiones del cerebro originalmente involucradas en su captura, esto llevaría a explicar la eficacia de poder fijar los grandes eventos del día. “El sueño no sólo protege los recuerdos contra el olvido, sino que también los hace más fáciles de recordar" concluyó el especialista.
El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre recomienda dormir entre 7 y 8 horas por día, en la edad adulta. Los adolescentes deberían dormir entre 9 y 10 horas y los niños, al menos 10 horas diarias.