Si eres culpable de saltarte ciertas vacunas, tienes mucha compañía. Las investigaciones muestran que muchos adultos mayores no se están protegiendo como deberían. Cerca del 30% de las personas mayores de 65 años no se pusieron la vacuna contra la influenza el año pasado, aproximadamente dos tercios de todos ellos no recibió la vacuna contra el herpes zóster, también conocido como culebrilla, y 43% no está al día con la vacuna contra el tétanos, de acuerdo con un reporte de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de 2017.
Sin embargo estas vacunas son importantes para la población de esta edad. “A medida que envejecemos, nuestro sistema inmunitario se debilita, esto significa no solo que tenemos más riesgo de enfermarnos con la influenza y el herpes zóster sino que las consecuencias de estas enfermedades pueden ser potencialmente mortales”, dice el doctor William Schaffner, un especialista en enfermedades infecciosas en la Universidad de Vanderbilt de Nashville.
¿Qué tan efectivas son las vacunas?
El debilitamiento del sistema inmunitario que viene con la edad puede hacer que las vacunas sean menos efectivas. Tu cuerpo no responde creando tantos anticuerpos como lo haría si fueras más joven", explica Schaffner.
No importa qué edad tengas, piensa que las vacunas no brindan necesariamente una protección completa. De algunas, como la del tétanos se ha reportado que es 100% efectiva. Sin embargo, la vacuna contra la influenza reduce el riesgo de contraer la enfermedad solo a la mitad. La efectividad de ciertas vacunas también disminuye con el tiempo, por esa razón se recomienda utilizar refuerzos contra ciertas enfermedades.
Aun así, "es mejor algo que nada", señala Schaffner. "Si te vacunas y de todas maneras te enfermas de influenza, u otra enfermedad, como el herpes zóster, probablemente será mucho más leve que si no te hubieras vacunado. Es mucho menos probable que desarrolles una complicación potencialmente mortal, es mucho menos probable que acabes en el hospital y es mucho menos probable que mueras".
Estas son las 4 vacunas que los adultos mayores deben tener al día (tu médico puede recomendarte otras en base a tu salud y preferencias) y te brindamos las mejores estrategias para ayudarte a maximizar su efectividad.
4 vacunas clave
1. La vacuna contra la influenza. La vacuna anual contra la influenza es un imperativo para los adultos mayores. Hasta el 85% de las muertes y el 70% de las hospitalizaciones relacionadas con influenza estacional son de personas mayores de 65 años, de acuerdo con los CDC.
La vacuna normalmente reduce el riesgo desde un 40% hasta un 60%. Pero estos porcentajes pueden variar cada año, dependiendo de qué tan bien predigan los expertos, qué cepas circularán en una determinada temporada de influenza. En la temporada de influenza de 2016 a 2017, la efectividad de la vacuna solamente alcanzó el 42%.
Para mejorar tus oportunidades de escaparte de la influenza, considera una vacuna diseñada para personas mayores de 65 años. De acuerdo con los CDC, una dosis alta de la vacuna Fluzone contiene 4 veces la cantidad del antígeno que las vacunas normales contra la influenza. Un estudio de 2017 publicado en la revista médica New England Journal of Medicine encontró que los adultos mayores que se pusieron esta vacuna tuvieron 24% menos probabilidad de enfermarse de influenza que quienes recibieron la vacuna estándar.
La segunda de estas vacunas, Fluad, destinada para provocar una mejor respuesta del sistema inmunitario que una vacuna contra la influenza regular, también ha mostrado brindar una mejor protección en los adultos.
La tetravalente Flublok, aprobada el año pasado, también aparenta ser más efectiva en adultos mayores que la vacuna regular contra la influenza. Una investigación publicada también en el New England Journal of Medicine el pasado junio, encontró que las personas mayores de 50 años que recibieron Flublok tuvieron 30% menos probabilidad de enfermarse de influenza que quienes recibieron la vacuna regular.
La época ideal para vacunarte es a principios del otoño, debido a que la influenza estacional generalmente empieza a atacar a finales de octubre y toma alrededor de dos semanas fortalecer completamente el sistema inmunológico. Sin embargo, nunca es demasiado tarde.
2. La vacuna neumocócica. Los adultos mayores tienden a desarrollar más complicaciones como la neumonía, infecciones en la sangre y meningitis, debido a la bacteria neumocócica, dice el doctor Kennet Schmader, jefe de la división de geriatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke. La enfermedad neumocócica mata aproximadamente a 18,000 adultos mayores de 65 años cada año.
Hay 2 vacunas que protegen contra la enfermedad neumocócica, la PCV13 (Prenvar 13) y la PPSV23 (Pneumovax 23). Los CDC recomiendan que todos los adultos mayores de 65 años se apliquen ambas vacunas, con un año de intervalo (una un año y la otra el siguiente año), iniciando con la PCV13. Esta protege aproximadamente al 75% de los adultos mayores y la PPSV23 protege hasta al 85% de los adultos saludables de una enfermedad neumocócica. Pero solo el 18% de los adultos mayores se ponen ambas vacunas, de acuerdo a un estudio publicado en julio en el reporte semanal de Morbilidad y Mortalidad de los CDC.
Si tienes diabetes, asma, enfermedades crónicas pulmonares, del corazón, del riñón o del hígado; o tienes implantes cocleares, habla con tu médico sobre la vacunación temprana.
3. La vacuna contra el herpes zóster. La culebrilla, o herpes zoster, se presenta cuando el virus de la varicela, inactivo en la mayoría de los adultos que tuvo varicela en la niñez, se reactiva cuando son mayores. La condición generalmente involucra ampollas, y una alergia muy dolorosa.
Las ampollas normalmente se secan y forman costra entre 7 y 10 días después de que aparecen, y desaparecen completamente en 2 a 4 semanas. Pero aproximadamente del 20% al 25% de personas continúa sintiendo dolor neural de leve a severo (neuralgia posherpética o PHN) que puede permanecer por meses o incluso años. "Esa es la parte más debilitante de la enfermedad", explica Schaffner.
La vacuna Zostavax, actualmente en el mercado y recomendada para adultos mayores de 60 años, reduce el riesgo de la culebrilla en un 51% durante 5 años y la probabilidad de desarrollar NPH en un 67%. Su efectividad parece reducirse con el tiempo, y la probabilidad de desarrollar herpes zóster se eleva con la edad. Entonces, es posible que la vacuna no sea tan poderosa como se necesita cuando el riesgo de culebrilla es mayor.
Recientemente, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó la Shingrix, una vacuna nueva contra el herpes zóster, que según los ensayos clínicos es 90% efectiva hasta por 4 años. Los representantes de los fabricantes dicen que Shingrix estará disponible a partir de noviembre.
4. La vacuna Tdap. Si no te pusieron la vacuna Tdap (tétanos, difteria y tosferina), el refuerzo de la Dtap que te aplican cuando eres niño; cuando eras adolescente o adulto, vacúnate ahora.
Si vas a pasar tiempo con niños, es muy importante que te asegures de tener el refuerzo de la Tdap. La tosferina, o tos convulsiva, es una infección del tracto respiratorio altamente contagiosa que puede ser potencialmente mortal en niños menores de 12 meses. Y, aunque en el caso de los adultos, la tosferina puede causar síntomas severos, algunos pueden tener la enfermedad sin sentirlo ni saberlo. Ten en cuenta que puede tomar casi dos semanas volverse para que la vacuna se vuelva completamente efectiva.
Si te pusieron la vacuna Tdap hace más de 10 años, ponte un refuerzo contra el tétanos y la difteria, llamada Td. Puedes aplicarte la Tdap solo una vez, a menos que estés embarazada.
Si quieres leer el informe completo, visita Consumer Reports.