¿Por qué utilizarlos?
Porque la vulva y la vagina también requieren de cuidados especiales, así como se cuida el resto de la piel del cuerpo con cremas hidratantes o nutritivas. Y a veces sucede que la lubricación vaginal no llega de un modo natural: esto puede ocasionar molestias en el momento de la penetración o coito.
¿Cuáles son las opciones?
Existen varios tipos de lubricantes, independientemente de las distintas marcas disponibles en el mercado, se clasifican por su composición:
Puntos clave
- El lubricante o gel aumenta la sensibilidad a los estímulos en la zona genital.
- Pueden ser a base de agua, isoflavonas de soya, aceites vegetales y petróleo.
- Se venden libremente en las farmacias o tiendas.
Isoflavonas de soja
Poseen propiedades hidratantes y suavizantes que ayudan a evitar la sequedad vaginal y proveen una mejor lubricación. No necesita ser lavados posteriormente, porque actúan como una crema hidratante y suavizante. Sus propiedades son de larga duración.
10 soluciones naturales para tus problemas sexuales
8 mitos sobre la sexualidad femenina
A base de agua
Los solubles en agua son los más indicados. Contienen agua purificada, glicerina, un emulsificador dulce que ayuda a retener la humedad y algunos poseen extracto de semillas de toronja (pomelo). Estos son muy recomendables porque se eliminan rápidamente con el lavado.
Son higiénicos y seguros de utilizar con varios métodos anticonceptivos (condones, diafragma, tapa cervical, etc.). Sin embargo, en un acto sexual de duración larga, los lubricantes vaginales a base de agua suelen secarse. Se pueden volver a aplicar o revivirlos con un poco de agua o saliva.
Con aceites
Formulados a base de aceites vegetales como el de de oliva o maíz, Crisco, mantequilla y aceites derivados de nueces (aguacate, palta, maní, etc.). Si bien son seguros para usarse dentro de la vagina, éstos pueden manchar y ser más difíciles de eliminar con el lavado.
Petróleo
Contienen gelatina de petróleo, aceite mineral, o petrolato, por ejemplo, los productos de vaselina y aceites de bebé. No deben ser usados dentro de la vagina y son difíciles de erradicar. También pueden irritar la membrana que recubre la vagina y alterar la química vaginal, aumentando el riesgo de infección.
Además, destruyen en sólo 60 segundos el látex, entonces no deben ser usados con condones, diafragmas, o tapas cervicales.
Consejos prácticos
- Lo ideal es utilizar un lubricante que tenga un pH ligeramente ácido, que no supere el 5.0, similar al de la vagina, es el que le permite la mejor defensa frente a infecciones o desequilibrios en la flora bacteriana vaginal.
- Aplica un gel liviano, que carezca de sustancias con sabor, olor o color.
- Si es de larga duración, puedes aplicarlo antes de tener el encuentro sexual y no interrumpir el momento de mayor excitación.
- Si tu pareja está de acuerdo, pídele que te aplique el lubricante: coloca una aplicación sobre su mano y seguramente, acompañará el momento con caricias placenteras.
- Extiende el uso de un lubricante más allá la vagina: incluye también el clítoris y el pene.
- Los lubricantes vaginales no son anticonceptivos confiables, pero muchos pueden interrumpir la vitalidad del esperma.