Vitamina K ¿cuánta necesitamos y por qué?

La vitamina K es imprescindible para que la sangre coagule y las heridas sanen correctamente.

El bioquímico danés Henrik Dam, descubrió esta vitamina en 1935 y la nombró K por koagulation (palabra danesa para coagulación). Aquí veremos cómo la vitamina K ayuda en el proceso de cicatrización, cuánta es necesaria y cómo obtenerla.

Vitamina K ¿cuánta necesitamos y por qué?
La vitamina K evita las hemorragias y acelera la cicatrización. | Foto: GETTY IMAGES

Puntos clave

  • La vitamina K se asocia a distintos beneficios como mantener la salud ósea, activar proteínas, y brindar protección frente a diferentes enfermedades (incluido el cáncer).
  • También cumple un papel fundamental evitando las hemorragias y favoreciendo la cicatrización de las heridas.
  • Puedes obtenerla incluyendo en la dieta vegetales, como espárragos y espinacas, frutas, como bananas, granadas o kiwis, granos, semillas y carnes magras.

Como con cualquier otra vitamina, nuestro organismo necesita de la K para estar sano y funcionar correctamente.

Entre sus principales beneficios, se destaca mantener la salud ósea, activar proteínas, brindar protección frente a diferentes enfermedades (incluido el cáncer), y disminuir el riesgo de muerte prematura.

La vitamina K también está fuertemente vinculada con el sistema de circulatorio y se ha demostrado que ayuda a evitar hemorragias que pueden provocar hematomas, una hinchazón que obstaculiza el proceso de cicatrización y favorece la infección o abertura de la herida.

Poder cicatrizante

Desde hace décadas los expertos estudian los efectos curativos de la vitamina K. Por ejemplo, un artículo publicado en Nature en 1960 resaltó "el efecto pronunciado de la vitamina K para acelerar la velocidad de curación ósea".

Recientemente, un grupo de expertos publicó en Indian Journal of Pharmacology un ensayo clínico analizando los efectos del uso tópico de la vitamina K en heridas sobre la piel.

Para ello, dividieron en tres grupos a 63 pacientes, que se sometieron a un tratamiento con electrocauterización de alta frecuencia (método para cauterizar y sellar vasos sanguíneos).

Luego, cada grupo recibió un suplemento o medicamento diferente: el primero crema de vitamina K al 1%, el segundo crema de fenitoína al 1% (anticonvulsivo) y el grupo control Eucerin (un tipo de loción para la piel sensible).

El estado de la herida (ancho y tiempo de recuperación) y las complicaciones en los tres grupos fueron evaluados por un dermatólogo 2 semanas después del procedimiento.

Los expertos afirmaron que el grupo tratado con la crema de vitamina K mostró una cicatrización significativa en comparación con el grupo de Eucerin.

Por sus propiedades coagulantes, la vitamina K favorece la contracción de la herida y acelera el tiempo de recuperación.

Según los autores del trabajo, sus hallazgos muestran que "la aplicación tópica de vitamina K reduce significativamente el tiempo de curación en los pacientes".

¿Cuánta vitamina K necesitamos?

La cantidad de vitamina K que nuestro cuerpo necesita puede variar según distintos factores, como la edad o sexo. El promedio diario, expresado en microgramos (mcg), es el siguiente:

  • Hasta los 6 meses de edad: 2 mcg.
  • De 7 a 12 meses de edad: 2.5 mcg.
  • De 1 a 3 años: 30 mcg.
  • De 4 a 8 años: 55 mcg.
  • De 9 a 13 años: 60 mcg.
  • De 14 a 18 años: 75 mcg.
  • Hombres adultos mayores de 19 años: 120 mcg.
  • Mujeres adultas mayores de 19 años: 90 mcg.
  • Adolescentes embarazadas o en período de lactancia: 75 mcg.
  • Mujeres embarazadas o en período de lactancia: 90 mcg.

Cómo obtener vitamina K

La vitamina K se presenta en dos formas: vitamina K1 (filoquinona), se encuentra comúnmente en los vegetales de hoja verde, y vitamina K2 (menaquinonas), se halla en menos alimentos y cantidades que la K1, principalmente derivados de las carnes y alimentos fermentados.

Puedes incorporar vitamina K sumando estos alimentos a tu dieta:

Vegetales

  • Brócoli: una taza tiene 126.5 mcg de vitamina K.
  • Coles de Bruselas: una taza tiene 156 mcg de vitamina K.
  • Espárragos: una taza tiene 144 mcg de vitamina K.
  • Espinacas: una taza tiene 891 mcg de vitamina K.
  • Kale: una taza tiene 223.5 mcg de vitamina K.

Frutas

Arándanos: una taza tiene 47.2 mcg de vitamina K.
Bananas: una unidad tiene 79 mcg de vitamina K.
Granada: una taza tiene 26 mcg de vitamina K.
Kiwi: una taza tiene 72.5 mcg de vitamina K.
Moras: una taza de su jugo tiene 38 mcg de vitamina K.
Peras: una taza tiene 25 mcg de vitamina K.
Uvas: una taza tiene 24 mcg de vitamina K.

Granos y semillas

Frijoles verdes cocidos: tienen 48 mcg de vitamina K cada 100 g.
Frijoles de soja cocidos: tienen 33 mcg de vitamina K cada 100 g.
Guisantes: tienen 26 mcg de vitamina K cada 100 g.
Nueces Pecán: 3.5 mcg de vitamina K cada 100 g.

Carnes

Chuletas de cerdo: tienen 69 mcg de vitamina K cada 100 g.
Hígado de res: tiene 106 mcg de vitamina K cada 100 g.
Mantequilla: 21 mcg de vitamina K cada 100 g.
Pollo: tiene 60 mcg de vitamina K cada 100 g.
Quesos blandos: 59 mcg de vitamina K cada 100 g.
Quesos duros: tienen 87 mcg de vitamina K cada 100 g.
Tocino: tiene 35 mcg de vitamina K cada 100 g.

Precauciones

Actualmente, no se ha demostrado que la vitamina K cause algún tipo de daño. Sin embargo, puede interactuar con algunos medicamentos:

  • Antibióticos, como Orlistat (Alli® y Xenical®).
  • Anticoagulantes, como Warfarina (Coumadin®).
  • "Secuestradores del ácido biliar" (medicamentos que se usan para reducir los niveles de colesterol en sangre), como colestiramina [Questran®] o Colestipol [Colestid®]).

Para recordar:

Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado.

No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.

Recuerda, las propiedades medicinales de las hierbas y suplementos también pueden interactuar con los fármacos recetados, con otras hierbas y suplementos, e incluso alterar tu dieta.

Fuentes consultadas: Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Oficina de Suplementos Dietéticos de Estados Unidos de los Institutos Nacionales de Salud.

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