Los tintes y tinturas para el cabello tienen fama de ser responsables de desarrollar cáncer. Pero según el Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU., no hay evidencia científica que lo pueda demostrar. Sin embargo, hay estudios que sugieren que el riesgo es real en peluqueros y barberos que se exponen en forma habitual a grandes cantidades de tinturas para el cabello y otros productos químicos. El resultado es que habría en ellos más casos de cáncer de vejiga.
El Instituto Nacional del Cáncer estima que en EE.UU. más de un tercio de las mujeres mayores de 18 años y un 10% de los hombres mayores de 40 años, usan algún tipo de tinte para el cabello. La entidad explica que los tintes que se utilizan en la actualidad se clasifican en permanentes (u oxidativos), semipermanentes y temporales.
Los primeros, que elige casi un 80% de los usuarios, se combinan con peróxido de hidrógeno para formar moléculas pigmentadas. Los tintes semipermanentes y los temporales, en cambio, no son oxidativos e incluyen compuestos de color que tiñen directamente el cabello.
En los tintes para teñir el cabello se usan más de 5,000 sustancias químicas y se demostró que las primeras fórmulas que se utilizaban causaban cáncer en animales. Pero a fines de 1970 los fabricantes cambiaron los componentes de las tinturas para eliminar algunas de las sustancias peligrosas.
Un informe del Grupo de Trabajo de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (International Agency for Research on Cancer, IARC) reveló que según estudios, algunas de las sustancias químicas a las que se exponen los barberos y peluqueros son "probablemente cancerígenas para los seres humanos".
Esta agencia, sin embargo, concluyó que el uso personal de tintes para el cabello no tiene efectos cancerígenos en humanos. Lo mismo ocurre con el riesgo de contraer otras enfermedades como leucemia o linfoma no-Hodgkin.