La Cold Shoulder Jacket (como se le conoce por su nombre en inglés) es una creación del profesor Wayne Hayes, de la Universidad de California, en Estados Unidos, y lo que hace es enfría el cuerpo a tal grado que tiene que trabajar más duro para mantenerse caliente, quemando más calorías en este proceso.
La chaqueta tiene varios paquetes de gel hechos de hielo que se sitúan los hombros y la espalda, donde hay menos terminaciones nerviosas, por lo que el usuario no siente directamente los efectos del frío ni comienza a temblar por el contacto casi directo de la piel con el hielo. La prenda se debe guardar en congelador y una vez que se coloca el hielo comienza a hacer su trabajo.
El chaleco no funcionará si una persona está en un ambiente caliente, o si está haciendo ejercicio, ya que su principio es mantener a quien la use fresco y forzar a su cuerpo a quemar más calorías para mantenerse caliente.
"Los científicos han estado estudiando los efectos de la exposición al frío leve durante décadas, y es un hecho bien documentado que la exposición al frío leve induce la quema de calorías", refirió el profesor Hayen en declaraciones hechas al diario británico Daily Mail.
Para probar los beneficios de la Cold Shoulder Jacket, el investigador realizó un pequeño ensayo clínico con ocho voluntarios quienes han usado la prenda dos veces al día por una hora y han conseguido quemar 500 calorías más que una persona que no la usa.
Sería la grasa parda, grasa marrón o tejido adiposo marrón, la que ayuda a producir el calor que el cuerpo necesita para mantener su temperatura. Su principal cualidad es que puede generar energía saltándose los sistemas energéticos del cuerpo, es decir, tomando directamente grasa (blanca) para producir calor (coloquialmente se le conoce como ‘grasa quema-grasa‘). Las células grasas detectan por sí solas el frío y reaccionan ante él quemando grasas sin necesidad de que el cerebro u otro órgano les den ninguna orden.
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