Es un verdadero problema de salud pública a nivel mundial saber que el número de niños y adolescentes obesos aumentó a 124 millones en 2016, más de 10 veces, si se compara con los 11 millones clasificados como obesos hace 40 años, en 1975.
Además, se supo que en 2016, 213 millones de niños y adolescentes -aproximadamente el 5,6% de las niñas y el 7,8% de los varones- tenían sobrepeso, según un nuevo y amplio estudio publicado el martes 10 de octubre en The Lancet, que recabó datos en 200 países desde 1975 hasta 2016.
Es probable que los niños obesos se conviertan en adultos obesos, pero ya tener sobrepeso desde pequeños los pone en riesgo de padecer graves problemas de salud, dicen los expertos. Éstos incluyen hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, apoplejía y ciertos tipos de cáncer, como de mama y el colon, enfermedades que antes eran típicas de los adultos. El potencial de estas enfermedades crónicas en la edad adulta aumenta la carga de los sistemas de salud y las limitaciones financieras de las personas.
Hacia un mundo cada vez más obeso
La mayoría de los países de las islas del Pacífico, incluidas las Islas Cook y Nauru, presentaron las tasas más altas en todo el mundo, con más del 30% de obesidad en niños y adolescentes de 5 a 19 años.
Estados Unidos y algunos países del Caribe, como Puerto Rico, Oriente Medio, incluyendo Kuwait y Qatar, tienen niveles de obesidad por encima del 20% para el mismo grupo de edad, según los nuevos datos.
"Durante las últimas cuatro décadas, las tasas de obesidad en niños y adolescentes se dispararon a nivel mundial y continúan haciéndolo en países de ingresos bajos y medios", dijo a CNN Majid Ezzati, profesor de salud ambiental mundial del Imperial College de Londres, Reino Unido, quien lideró la investigación.
Aunque en algunos países de Europa la obesidad infantil se ha estabilizado, durante el mismo período se aceleró especialmente en Asia oriental y meridional, a niveles inaceptablemente altos, dijo el experto. "Ahora tenemos niños que están ganando peso cuando tienen 5 años de edad, a diferencia de los niños de la misma edad de hace dos generaciones” agregó Ezzati.
"Estamos viendo tendencias muy preocupantes con los pediatras, que atienden a niños de tan sólo 7 años con diabetes tipo 2", dijo Temo Waqanivalu, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la entidad que trabajó en la investigación junto con el Imperial College de Londres.
Obesidad Vs. Desnutrición infantil
La nueva investigación también reveló problemas en el otro extremo del espectro de masa corporal –niños y jóvenes con bajo peso- donde 192 millones presentaron bajo peso en todo el mundo en 2016. A diferencia de la tendencia de la obesidad, el número de niños y adolescentes con bajo peso ha estado disminuyendo a nivel mundial desde 1975, pero el número sigue siendo alto.
El bajo peso tiene sus propias consecuencias para la salud entre niños y adolescentes, incluyendo un mayor riesgo de enfermedades infecciosas y posibles daños durante el embarazo para adolescentes y mujeres con edad suficiente para tener hijos, señalaron los investigadores.
Los expertos creen que los países necesitan priorizar ambos problemas, obesidad y desnutrición, tomando medidas que no se han hecho hasta ahora, y que el acceso a los alimentos baratos de mala calidad, la falta de programas y un ambiente poco apto para el ejercicio físico, son los principales culpables de que los jóvenes sean cada vez más gordos.
"Los culpables de esta epidemia no son los niños", dijo Waqanivalu, y agregó que los gobiernos han creado ambientes en los que la gente está rodeada de opciones alimentarias poco saludables y no cuentan con opciones adecuadas para hacer ejercicio físico.