Un estudio presentado recientemente en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, en Alemania, descubrió que las personas con un índice de masa corporal (IMC) normal, pero con obesidad central (o sea una proporción alta entre la cintura y la cadera), tienen más riesgo de muerte a causa de alguna enfermedad cardiovascular.
El autor principal del estudio, doctor Francisco López-Jiménez explicó: “Se sabía por investigaciones anteriores que la obesidad central no es buena, pero la novedad del presente estudio es la importancia de la distribución de la grasa, incluso entre las personas de peso normal”.
Puntos clave
El experto es cardiólogo de la Clínica Mayo en Rochester, y explicó que el grupo analizado “tiene la tasa de muerte más alta, incluso mayor a la de quienes se consideran obesos según el índice de masa corporal. Desde la perspectiva de la salud pública, se trata de un descubrimiento importante”.
El estudio incluyó a 12,785 personas de 18 años o más y pertenecen a la Tercera Encuesta Nacional para Examinar la Salud y la Nutrición, que constituye una muestra representativa de la población de Estados Unidos. La encuesta registró las medidas corporales de estatura, peso, circunferencia de la cintura y cadera, estrato socioeconómico, mediciones fisiológicas y resultados de los análisis de laboratorio.
Los casos de estudio se dividieron en tres categorías según su IMC (normales, gordos y obesos) y en dos categorías (normal y alto) según la proporción entre la cintura y la cadera. El análisis se realizó ajustando algunos factores como la edad, sexo, raza, tabaquismo, hipertensión y diabetes. Las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica o cáncer fueron excluidas del estudio.
La edad promedio fue de 44 años y 47,4 por ciento de los sujetos eran hombres. El período de seguimiento promedio fue de 14,3 años, durante los que hubo 2,562 fallecimientos, 1,138 de ellos por motivos cardiovasculares.
Entre las personas de peso normal y obesidad central, el riesgo de muerte cardiovascular fue 2,75 veces mayor que entre quienes mostraron un IMC normal con cintura y cadera proporcionadas. Entre las primeras, también aumentó en un 2,08 el riesgo de muerte por otras enfermedades.
En este primer grupo, “el alto riesgo de muerte podría vincularse con la mayor acumulación de grasa visceral, que se relaciona con la resistencia a la insulina y otros factores de riesgo, a la cantidad limitada de grasa presente en las caderas y piernas que se supone ofrece efectos protectores, y a la cantidad relativamente escasa de masa muscular”, explica la Dra. Karine Sahakyan, especialista en investigación cardiovascular de la Clínica.
“Hoy en día, muchas personas conocen su IMC, pero es importante que también sepan que tenerlo normal no necesariamente significa que el riesgo para enfermedades cardíacas sea bajo”, aclara el doctor López-Jiménez.
Y concluye: “La ubicación de la grasa puede ser también importante y eso se determina fácilmente al medir la cadera y la cintura, aunque el peso corporal se encuentre dentro de límites normales”.