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Robin Williams vs. Brittany Maynard ¿qué es diferente?

La tesis del homicidio de Robin Williams fue confirmada oficialmente por parte de las autoridades del condado de Marin. Él decidió terminar con su vida a los 63 años el 12 de agosto de 2014, actuando para el mundo entero el final más triste y menos esperado de uno de los actores más queridos de Hollywood.

Brittany Maynard, de 29 años, quien padecía un cáncer cerebral incurable, pasó a ser tristemente famosa cuando anunció que pondría fin a su vida y despertó una gran polémica sobre lo que significa realmente la muerte digna y hasta dónde debería ser un derecho de todas las personas.

Robin Williams vs. Brittany Maynard ¿qué es diferente?
Getty/Facebook

La joven, residente de Oakland, California, se mudó a Oregon para cumplir su deseo de morir, y la forma en que lo hizo fue el suicidio asistido, una práctica que se encuadra dentro de la muerte digna y que es legal para personas con enfermedades terminales en cuatro estados de EE.UU.: Oregon, Washington, Montana y Vermont.

El suicidio asistido consiste en la ayuda o asistencia a otra persona que desea terminar con su vida, habitualmente mediante medicamentos. La ayuda puede ser facilitada por profesionales médicos, enfermeras u otras personas preparadas.

Murió a su manera

"Hoy es el día que he elegido para morir con dignidad debido a mi enfermedad terminal, este cáncer cerebral terrible que se ha llevado tanto de mí... pero que se podría haber llevado mucho más", escribió la joven en su cuenta de Facebook el último día.

En EE.UU. se desató un gran debate sobre el tema de la muerte digna, en opiniones que dividieron a la población en dos grandes bandos, según estuvieran en contra o a favor de la decisión. Los más religiosos sostienen que sólo Dios tiene ese poder: el de dar y quitar la vida.

¿Cuál es la diferencia entre el suicidio asistido de Brittany Maynard y el suicidio de Robin Williams? Ella padecía de glioblastoma multiforme de grado 4, la forma más agresiva y mortal que puede tener un tumor cerebral, y en abril le dijeron que tenía una expectativa de 6 meses de vida. Su final era inevitable, mientras que la muerte del actor, quien padecía de depresión y recientemente le habían diagnosticado Mal de Parkinson, podría haberse evitado con un tratamiento profesional oportuno, ya que "más del 90% de todos los suicidios se relacionarían con trastornos emocionales como depresión u otras enfermedades psiquiátricas” explica el Dr. José Barrionuevo, de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires.

"Esta mañana he perdido a mi marido y a mi mejor amigo, pero el mundo ha perdido a uno de sus artistas más queridos y a un maravilloso ser humano. Mi corazón está completamente destrozado” dijo Susan Schneider, la esposa de Robin Williams al momento de su muerte.

La joven Brittany, al tomar su determinación y comunicarla, dio tiempo a su familia a prepararse para su partida y más allá del dolor inevitable que les provocaría, en el entorno afectivo cercano se debió asimilar su decisión. Ella eligió el método y la compañía, mientras que en sus últimos meses se dedicó a recaudar fondos para la organización Compassion & Choices, que lucha por el derecho de las personas que padecen enfermedades terminales, a tener una muerte digna. Sus familiares también adhirieron a la causa y filmaron mensajes de apoyo a esta medida que fueron vistos por millones de personas en todo el mundo.

Robin Williams, en cambio, dejó azorados e impotentes a sus amigos y familiares, quienes no eran conscientes de que su cuadro depresivo era de tan profunda gravedad, y se quitó la vida sin anuncios, silenciosamente y en su casa en un mediodía de agosto.

Brittany Maynard no tenía muchas opciones, y según sus propias palabras "no quiero morir pero estoy muriendo", el cáncer había comenzado a provocarle síntomas severos como convulsiones y desmayos: lo peor para ella fue despertar un día y no recordar el nombre de su esposo.

Muerte digna: antes y después de Brittany

Casi 9 millones de personas han visto su primer video desde que fue publicado en YouTube. Y 3,5 millones de personas han visitado el sitio web de la organización que lucha para expandir el acceso a morir con dignidad.

El tema del derecho a la muerte digna y la decisión de esta joven seguirá circulando por un tiempo en toda la sociedad. Ella nos ha obligado a pensar sobre el valor de la vida, el derecho a no sufrir, y ha reclamado públicamente que cuando el final es inevitable, cada persona debería tener el derecho a elegir la forma: un debate que por ahora, continúa abierto.

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