En México, operaron a un niño de dos años que tenía un tumor de 33 libras (15 kilos) en su costado derecho.
"El tumor estaba prendido del cuerpo del niño desde la axila hasta la cadera, y su tamaño le provocaba varias limitaciones físicas: no podía usar el brazo derecho con normalidad y tenía problemas para caminar por el peso que el tumor representaba", explica el Dr. Fernando Rivera Malpica, del Hospital La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la Ciudad de México.
Puntos clave
- En México, removieron un tumor de 33 libras del costado de un niño de dos años.
- Una niña de 10 años tenía un tumor de seis libras alojado en el abdomen.
- Conoce otras impactantes recuperaciones milagrosas.
Además, el Dr. Rivera comenta que el tumor había empezado a provocar otros problemas de salud: "Debido a que estaba formado por líquido linfático y vascular (sangre), le había ocasionado anemia y desnutrición al pequeño, y también elevaba su riesgo de padecer afecciones cardíacas y respiratorias".
Jesús Gabriel, de dos años, nació en el estado mexicano de Durango, al norte del país, y vino al mundo con una malformación en su costado derecho, la cual fue diagnosticada desde que se encontraba en el vientre de su madre.
"El niño siempre se desarrolló con normalidad, pero el tumor creció con él, y llegó un momento en que empezó a crecer más, pues 'se robaba' los nutrientes que el niño consumía", comenta el Dr. Gustavo Hernández, del servicio de pediatría del Hospital La Raza.
El 28 de mayo del 2012 Jesús Gabriel y su mamá, María Edelia Fernández, llegaron de Durango a la Ciudad de México, para que pudieran realizarle estudios al niño y comprobar la viabilidad de la cirugía para remover el tumor.
Luego de comprobar que el crecimiento no estaba prendido de ningún órgano vital, se programó una cirugía para el 14 de junio. Al momento de entrar al quirófano, el pequeño tenía un peso total de 59.5 libras (27 kilos): 26 libras (12 kilos) propias y 33 libras (15 kilos) del tumor.
Para remover el crecimiento, se tuvo que realizar una incisión de 40 centímetros que abarcaba todo el costado derecho del niño, desde la axila hasta la parte superior del glúteo; los vasos sanguíneos que alimentaban el tumor fueron desecados, y todo el costado tuvo que ser reconstruido.
Para el Dr. Rivera, "La parte más complicada del proceso fue la reconstrucción: el costado tenía que ser tratado de manera que no quedara una cicatriz que obstaculizara la movilidad o que produjera complicaciones en el desarrollo".
A pesar de la dificultad del procedimiento, la cirugía resultó exitosa, y a 12 días de salir del quirófano Jesús Gabriel ya se encuentra recuperado: "Ya anda corriendo por los pasillos, se ve que se siente bien; de cualquier manera lo mantendremos en el hospital otra semana, para observar cómo evoluciona, y luego podrá regresar a su casa, para tener una vida normal", destaca el Dr. Rivera.
Éste es el primer caso en México en el que se remueve con éxito un tumor con un peso mayor al del paciente.