Aimee Copeland, de 24 años, está atravesando por un arduo proceso de rehabilitación, luego de haber pasado dos meses en el hospital, internada por una infección con bacterias carnívoras.
Como parte de la rehabilitación, Aimee ha recibido tres prótesis: dos ganchos para las manos y una prótesis para la pierna derecha. "Sólo han sido tres prótesis, pues es probable que Aimee requiera una nueva cirugía del lado izquierdo, donde estuvo su pierna", escribió Andy Copeland, padre de Aimee, en su blog.
Puntos clave
- Aimee Copeland, 24 años, se recuperó de una infección por una bacteria carnívora, y lucha por recuperar su vida.
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De acuerdo con el señor Copeland, Aimee está haciendo un gran trabajo en su rehabilitación: "Tan sólo 10 minutos después de haber recibido sus ganchos, Aimee ya era capaz de tomar cosas; incluso, logró ponerse unos shorts que tenía. La terapeuta estaba sorprendida, y comentó que en general tomaba varios días que alguien adquiriera esa habilidad con las prótesis".
Asimismo, la joven está atravesando por un régimen arduo de ejercicios que tienen como objetivo fortalecer su cuerpo para darle independencia de movimiento. "Aimee está haciendo 200 abdominales en cada sesión y 400 levantamientos de pierna, además de planchas y planchas laterales", escribió el señor Copeland.
Según el señor Copeland, Aimee está obstinada con poder recuperar la vida que tenía antes: "Para ella, las prótesis o la falta de miembros son un mal menor: ella se sabe capaz de lograr lo que sea; no quiere ser tratada como una inválida. Hace poco me comentó que deseaba terminar su maestría y volver a caminar, sí, caminar. Esos son sus propósitos y seguramente así será".
El dos de julio, Aimee fue dada de alta del Doctors Hospital, en Augusta, Georgia, donde se encontraba internada desde comienzos de mayo.
El primero de mayo del 2012, Aimee fue con su amigos a divertirse con una tirolesa casera al río Little Tallapoosa, cerca de Atlanta. No obstante, la tirolesa se rompió cuando ella viajaba, y como resultado se hirió la pantorrilla izquierda, por lo que fue llevada a un hospital local.
Luego de 22 puntadas, necesarias para cerrar la herida, Aimee fue enviada a casa. Sin embargo, al día siguiente, la chica comentó sentir mucho dolor por lo que regresó al hospital, donde sólo le recetaron analgésicos.
No fue sino hasta el viernes cuatro de mayo, cuando hicieron el diagnóstico: Aimee padecía fascitis necrotizante, una infección causada por bacterias carnívoras, y fue transferida al Centro de Quemaduras Joseph M. Still, en Augusta, Georgia.
De acuerdo con el Dr. Buddy Creech, de la Universidad Vanderbilt, "La infección fue provocada por una bacteria llamada Aeromonas hydrophila, la cual es muy común en parques, ríos y bosques; esta bacteria en general no es dañina para los humanos, sin embargo, si llega a entrar en la sangre o en el músculo a través de una herida, puede destruir el tejido fácilmente causando fascitis".
Para el momento del diagnóstico, la pierna izquierda de Aimee ya estaba bastante dañada, y la bacteria había comenzado a destruir el tejido del abdomen.
"Los médicos tuvieron que amputar la pierna completa, desde la cadera, y remover algo del tejido abdominal, para evitar el avance de la bacteria", comenta el señor Copeland. Sin embargo, el mal no se detuvo ahí: para el ocho de mayo, los órganos de Aimee empezaron a fallar, padecía una fiebre de 102°F (39°C), y dependía completamente de un respirador.
No obstante, el 10 de mayo se produjo un milagro: "Los médicos calificaban la recuperación de Aimee como 'milagrosa' e 'increíble'; no sólo había disminuido la fiebre, sino que los órganos de Aimee se recuperaban sin haber sufrido casi ningún daño, e incluso nuestra hija pudo despertar un par de veces y pudimos hablar con ella. Éste es el 'Día de Aimee'", escribió el señor Copeland en su blog.
"A pesar de todo, pretendemos ver el lado positivo de esto: más que fijarnos en las heridas, observamos la milagrosa superviviencia de nuestra hija. Creo que es una historia inspiradora", asegura.
La Biblioteca Nacional de Medicina informa que la fascitis necrotizante es un tipo de infección en el que las bacterias destruyen los tejidos del cuerpo, afectando órganos y tejidos importantes; este tipo de infecciones suceden cuando las bacterias entran al cuerpo a través de heridas o lesiones.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), cada año se registrarían entre 10,000 y 15,000 casos de fascitis necrotizante, lo que daría como resultado hasta 3,000 muertes anuales.